El
Papa propone crear una red de fraternidad con los refugiados y migrantes. El Papa propone crear una red de fraternidad con los refugiados y
migrantes El Papa Francisco propuso formar una red de
fraternidad encabezada por la Iglesia que permita acoger y ayudar a los que
huyen de la guerra, de la pobreza y del hambre y buscan refugio lejos de su
patria. El Santo Padre realizó esta petición este viernes 14
de diciembre durante la audiencia que concedió en el Vaticano a los promotores,
organizadores y artistas del concierto “Navidad en el Vaticano” que se
celebrará el sábado 15 de diciembre en el Aula Pablo VI. Durante
su discurso, Francisco destacó que la
Navidad “este año en particular, nos llama a reflexionar sobre la situación de
muchos hombres, mujeres y niños de nuestro tiempo, –migrantes, prófugos y
refugiados–, en marcha para escapar de las guerras, de las miserias
causadas por las injusticias sociales y del cambio climático”. Indicó
que es gente que lo ha dejado todo,
hogar, parientes, patria, para “enfrentarse a lo desconocido”. E
invitó a reflexionar sobre ello, porque, para tomar una decisión así “se debe
haber padecido una situación muy grave”. Además, recordó que también la Sagrada Familia tuvo que huir de la
violencia de Herodes.
“Cuando la violenta
ira de Herodes se abatió sobre el territorio de Belén, la Sagrada Familia de
Nazaret experimentó la angustia de la persecución y, guiada por Dios, se
refugió en Egipto. El pequeño Jesús nos
recuerda que la mitad de los refugiados de hoy en el mundo son niños, víctimas
inocentes de la injusticia humana”. En concreto, sobre
la propuesta de red de fraternidad, explicó que debe formarse con la educación
“en primer lugar, para educar a los más pequeños entre los migrantes, es decir,
aquellos que, en lugar de sentarse en las sillas de la escuela como tantos de
sus coetáneos, pasan los días haciendo largas marchas a pie o en vehículos
improvisados. y peligrosos”. “También ellos necesitan formación
para poder trabajar el día de mañana y participar como ciudadanos conscientes
en el bien común. Y, al mismo tiempo, se trata de educarnos a todos en la
acogida y la solidaridad, para evitar que los migrantes y los prófugos
encuentren indiferencia o, peor aún, rechazo en su camino”. En
segundo lugar, formar esa red con la educación “significa hacer que las
personas se levanten, que puedan volver a ponerse en camino con plena dignidad,
¿con la fuerza y ?el coraje de enfrentar la vida, valorizando sus talentos y su
trabajo”. Por último, implica, asimismo, “una solución válida para abrir de par en par las
puertas de los campos de refugiados, hacer que los jóvenes migrantes se
incorporen en las sociedades nuevas encontrando solidaridad y generosidad y
promoviéndolas a su vez”.
catholic.net
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