viernes, 26 de enero de 2018

¿Sabes elegir el agua embotellada que más te conviene?

Descifra la información que te ofrece la etiqueta del agua que consume y sabrás si es buena para tu salud y la de los tuyos. ¡Cuán importante es el agua en nuestra vida! ¡Alguna vez has pensado en la suerte que tenemos! Este recurso imprescindible para la vida es un bien escaso en muchas zonas del planeta. Cuando tomamos un vaso de agua del grifo o en el supermercado vemos una ingente cantidad de botellas a nuestro alcance nos cuesta percatarnos del lujo que supone el agua potable para miles de familias.
Valorar lo que tenemos es importante. Por eso, te planteo realizar un ejercicio la próxima vez que acudas al supermercado a comprar agua embotellada.
¿Te has preguntado alguna vez por qué te llevas siempre el mismo tipo de agua?  ¿Por qué eliges esa y no otra? ¿Por el precio? ¿Porque es la más conocida? ¿Te has planteado qué contiene, en qué se diferencia con otras aguas? ¿Sabes si es la más adecuada tanto para ti como para tu familia?
Te propongo valorar el agua que compras e invertir un poco de tiempo en escoger la que más os conviene. Si cuidamos nuestra salud a través de lo que comemos también podemos cuidarla a través de lo que bebemos.
La inmensa variedad de aguas genera una dificultad para diferenciar unas de otras: baja en sodio, levemente gasificada, natural, gasificada…
El envase no es lo más importante a pesar de que recomienden la botella de vidrio para evitar las toxinas. Lo que importa es el contenido. Y este caso la calidad no tiene porqué ir asociada al precio.
A la hora de elegir el agua mineral es necesario conocer y entender cómo se clasifican y “descifrar” la información que nos encontramos en la etiqueta de cada una de ellas.

Hay 3 tipos de agua embotellada

Agua mineral natural. Es la más común en el mercado. Según el Codex Alimentarius es la que mantiene un caudal y calidad de flujo constante, contiene sales minerales y oligoelementos (minerales que tiene el organismo en pequeñas cantidades pero que son esenciales para la vida) y cuenta con la presencia de flora autóctona sana sin patógenos. Se embotella cerca de la fuente. Y si la etiqueta indica que aporta beneficios a la salud de sus consumidores, estos han de estar demostrados.
Agua de manantial. No tiene porqué demostrar que presenta efectos saludables para la salud. Se trata de agua potable, pura naturalmente, a la que se le aplica un mínimo tratamiento físico para asegurar su inocuidad.
Agua potable preparada. Cualquier agua sometida a un tratamiento fisicoquímico para hacerla potable. Se encuentran las de proveniencia subterránea o superficial y las de abastecimiento público (grifo).
¿Cómo elegirlas de acuerdo con su clasificación?
 Según su dureza:  La determina el calcio y el magnesio. ¿Mejor duras o blandas? Dependerá de cada individuo.
  • Duras: Para los deportistas. Necesitan recuperar minerales y estas contienen más.
  • Blandas: Para aquellos consumidores que poseen alguna patología de riñón, por ejemplo.
Según su residuo seco (RS en la etiqueta) Es la presencia de sales minerales.
  • Mineralización muy débil: 1 litro contiene menos de 50mg de minerales.
  • Mineralización débil: 1 litro contiene menos de 500 mg de minerales.
En ambos casos tienen un interesante efecto diurético. Se recomiendan a quienes padecen cálculos urinarios, hipertensión y en la preparación de alimentos infantiles y biberones.
  • Mineralización media: 1 litro contiene menos de 1.500 mg de minerales.
Poseen efectos similares a las anteriores.
  • Mineralización fuerte: 1 litro contiene más 1.500 mg de minerales.
Presentan un aporte en minerales muy destacable tales como el calcio y el magnesio. Se recomiendan a personas que presentan por ejemplo osteoporosis o para los deportistas que necesitan reponen minerales perdidos a través del ejercicio.
Según su composición química dominante, o sea, el mineral que se encuentre en mayor cantidad.
  • Aguas cálcicas: 1 litro contiene al menos 150 mg de calcio. Al ser ricas en calcio contribuyen a la mineralización de huesos, dientes y puede ser útil para prevenir la osteoporosis.
  • Agua hiposódica: 1 litro contiene menos de 20mg de sodio. Recomendable para personas hipertensas.
  • Agua con gas o carbónica: Industrialmente se les añade anhídrido carbónico en una cantidad superior a 250mg por litro. Forma burbujas lo que le confiere algunas propiedades beneficiosas como la de facilitar la digestión. Suele ser recomendada para quienes padecen dispepsia o digestiones pesadas.
  • Agua sódica:  1 litro contiene menos de 200mg de sodio. Para deportistas.
Tomar agua es esencial para nuestra salud y el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Para mantenernos hidratados lo podemos hacer a través del agua de grifo o canilla que se puede tomar sin problema (ya sea pasada por filtro o no) siempre y cuando sean potables y su sabor no sea desagradable. 
 O también con las aguas minerales naturales en sus diferentes variedades que encontramos en el mercado y que a partir de ahora la elegiremos de acuerdo a lo que necesite cada uno de nosotros. 


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¿Cómo utilizar las redes sociales en la escuela?

“Todo está en la red, todos están en la red y los centros educativos no pueden ser una excepción”.
Hasta el infinito y más allá.” Así titula Escuelas Católicas de España la publicación que ha editado como manual de comunicación para centros educativos y que ha actualizado recientemente. Eva Díaz (@evadiazfer), Alberto Mayoral (@albertomayoral) y Victoria Moya (@victoriamsegura) son autores de esta guía que quiere dejar claro, como enuncian en la introducción, que “todo está en la red, todos están en la red, y los centros educativos no pueden ser una excepción”.
Por este motivo, y con el objetivo de que los centros educativos tengan una correcta presencia y actividad online, la guía que se acaba de actualizar propone metodologías, proporciona datos y pasos a seguir para que la escuela pueda utilizarlas de forma óptima a la vez que didáctica.
De este modo, resume en 8 los consejos a seguir para implantar las redes sociales en la escuela:
1.      Realizar un Informe Cero para conocer qué se dice del centro en la red
En primer lugar, se debe analizar el estado actual de la presencia online del centro. Se trata de buscar qué se dice, qué información aparece y cómo, realizando escucha activa de lo que los alumnos más presentes digitalmente, padres, AMPA (Asociaciones de Padres y Madres) o profesores publica relacionado con la escuela.
2.Preparar una estrategia de comunicación
A partir del diagnóstico obtenido con la escucha activa, se trata de saber cómo se quiere ser percibido. A partir de aquí, se deberán de establecer unos objetivos, acordes y en línea al plan de comunicación del centro, y crear la estrategia para cumplirlos.
En este sentido, los autores destacan que se trata de sentirse cómodo con la propia política de comunicación. “Debéis tener calma, respetar vuestros ritmos habituales y vuestros tiempos, comunicar con lógica, sin prisas y sin pausas, y tener una estrategia sencilla pero eficiente que os acerque a vuestros públicos y les dé información su – cliente, cercana y de interés; no cargante ni agresiva”, detalla la guía.
3. Elegir al responsable de redes sociales
Será el encargado de construir y gestionar la comunidad online que se cree alrededor del centro. El también llamado community manager, según el manual, debe estar muy comprometido con el centro, debe estar muy comunicado por el equipo directivo, debe ser paciente, equilibrado y sereno, y conocer muy bien la escuela. Si se trabaja en grupo, se recomienda mucha coordinación.
4, Decidir los contenidos y elaborar un calendario de publicación
Se trata de escoger los contenidos a partir de las actividades internas que se realicen y sean de interés, así como también contenidos externos que estén relacionados y suficientemente contrastados.
5. Construir o revisar la web
Debe estar gestionada por profesionales y ser coherente con los objetivos del centro. Además, la web sirve para presentar el centro a usuarios que es probable que todavía no lo conozcan. El nombre de la web debe ser el mismo o muy similar al del centro, para que los usuarios que lo busquen lo pueden identificar rápidamente.
El nombre utilizado puede favorecer el posicionamiento en los buscadores y puede ser óptimo también para las cuentas de redes sociales. Además, debe contener la información básica para dar a conocer el colegio y localizarlo fácilmente.
6. Consultar las claves generales para estar en redes sociales
  • Elegir bien el nombre
  • Configurar perfiles siempre abiertos al público
  • Cuidar la imagen de perfil y las cabeceras
  • Aportar contenidos propios y de calidad
  • Incluir fotografías en las publicaciones
  • Tono positivo y cercano en los mensajes
  • Planificar y calendarizar las publicaciones
  • Fomentar el debate y compartir contenido
  • Tener paciencia porque el crecimiento de los resultados es lento
  • Establecer sinergias entre todas las cuentas del centro para conseguir seguidores y visitas a los contenidos
7. Empezar en Facebook y Twitter

Recomiendan estas dos redes como las principales para comenzar a tener presencia online más allá de la web. Facebook como la más rápida cuanto a interacción con los usuarios. Twitter como un canal informativo y una “gran herramienta para dirigir tráfico a vuestra web”. A partir de aquí, el manual detalla los métodos a seguir en cada una de estas redes.
8.Ampliar la presencia en otras redes según los objetivos de cada centro
Además de Facebook y Twitter, la guía explica el uso óptimo de otras redes en las que recomienda que los centros tengan una cierta presencia. You Tube, Whatsapp, Instagram, Snapchat, Flickr, Pinterest y Linkedin son los principales. También se recomiendan herramientas de utilidad para los centros, como Slideshare, Issuu o Spotify.
Este manual recuerda además a sus usuarios que a veces llegar hasta el infinito y más allá puede tener sus riesgos. Por este motivo, se debe “asumir que tendréis un público objetor, que no se puede gustar a todo el mundo, como en la vida real”. Es por eso por lo que la publicación especifica cómo evitar una crisis comunicativa en redes que haga perder prestigio a la institución.
La publicación muestra pues cómo las redes se convierten convirtiendo en un aliado para las escuelas  y, tras los consejos, incluye testimonios.
“Sigue habiendo muchas dudas y miedos, muchas preguntas, alguna mala experiencia de la que aprender, pero colegio a colegio nos vamos sumando a la red. Nos une, nos nutre, compartimos, y somos capaces de crear opinión, una opinión que es necesario que también se escuche en las redes, un mensaje desde nuestra identidad, mensaje que eduque, que difunda nuestro proyecto, que evangelice, llegando a todos los rincones del mundo”, asegura Mar Martín, responsable del ámbito pedagógico del equipo de titularidad de la Compañía de María de España, en el manual.

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lunes, 22 de enero de 2018

¿Cuándo un católico no está obligado a ir a misa?

Enfermedad, cuidado de personas, trabajos especiales, ... Los católicos deben celebrar la misa los domingos y ciertos festivos importantes del año. Sin embargo, en ocasiones están dispensados del cumplimiento del precepto. Esta dispensa mejor solicitarla, al menos al párroco, que darla por supuesto. Quedando a salvo el derecho de los Obispos diocesanos contenido en el c. 87, con causa justa y según las prescripciones del Obispo diocesano, el párroco puede conceder, en casos particulares, dispensa de la obligación de guardar un día de fiesta o de penitencia, o conmutarla por otras obras piadosas;” (Canon 1245).
Los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio. Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave (Catecismo, 2181).
Respecto a la “obligación” de descansar, también con la debida dispensa, pueden trabajar legítimamente los domingos y fiestas de precepto quienes, a conciencia, tienen que realizar servicios esenciales para la comunidad (policías, bomberos, médicos, enfermeros, personal de vigilancia, servicios públicos de transporte, etc.), y aquellos cuyos trabajos están en función del descanso de los demás (centros comerciales, recreativos, deportivos, culturales (museos), restaurantes, etc.).
Así también quienes, en las zonas rurales, tienen que hacer trabajos agrícolas durante unas pocas semanas, por ejemplo, la siembra o la cosecha, etc. en épocas en que no se puede prescindir del trabajo ni siquiera un día.

La Iglesia facilita el cumplimiento

1. La obligación de oír misa se cumple yendo a misa la víspera: “Cumple el precepto de participar en la Misa quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la tarde” (Canon 1248, 1).
 Para quienes viven en un lugar en el que no se celebra la misa: “Cuando falta el ministro sagrado u otra causa grave hace imposible la participación en la celebración eucarística, se recomienda vivamente que los fieles participen en la liturgia de la Palabra, si ésta se celebra en la iglesia parroquial o en otro lugar sagrado conforme a lo prescrito por el Obispo diocesano, o permanezcan en oración durante el tiempo debido personalmente, en familia, o, si es oportuno, en grupos familiares” (Canon 1248, 2).
3. Los fieles que tengan que trabajar los domingos y días de fiesta deberían tener otro día de descanso durante la semana y ese día dedicarse a dar culto a Dios, aunque en ese caso la asistencia a misa no es obligatoria.
Es decir, los fieles que están legítimamente impedidos y/o dispensados no tienen obligación de oír misa, aunque se recomienda vivamente que estos fieles vayan a misa otro día de la semana. Es una recomendación, no un precepto, pero se mantiene la obligación de dar culto a Dios.
Muchas veces los obispos dispensan del precepto de oír misa en las fiestas de precepto cuando no son fiestas civiles.
Para saber si una determinada fiesta o solemnidad es de precepto en su país, una opción fácil, segura y práctica es consultar al propio párroco.

La dispensa que concede la autoridad eclesiástica es sólo para un día concreto en que, por motivo de algún turno laboral, realmente es imposible ir a misa.

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Menos químicos y más aceite de ricino.

Una alternativa natural que puede ser igual o más efectiva que muchos productos de consumo masivo. A veces parece que las etiquetas de los cosméticos que compramos son cada vez más largas y difíciles de entender. Palabras súper complicadas de ingredientes que desconocemos y que no siempre nos tomamos la molestia de investigar qué son y qué efectos podrían tener en nuestro cuerpo.
Si les preguntan a sus abuelas, seguro les dirán que las mujeres de antes ni usaban tantas cosas y, las que se aplicaban, eran muchas veces orgánicas, y basta con ver algunas fotos para darnos cuenta de que sí funcionaban.
Entonces, ¿por qué no rescatar lo natural? No sólo nos ahorramos mucho dinero, sino que le damos a nuestro cuerpo algo mucho más puro y sano. Además, optamos por productos más respetuosos con el medio ambiente.
Ingredientes orgánicos hay muchísimos, pero hoy les quería hablar del aceite de ricino o de castor (que nada tiene que ver con el animal, es sólo por una mala traducción del inglés, en realidad es un aceite vegetal) porque tiene muchísimos beneficios y es muy versátil.

Una cabellera de diez
Puedes agregar unas gotas de este aceite en tu acondicionador regular para un extra de hidratación y hacer que tu melena se vea más suave y brillante. Asimismo, este aceite es rico en ácido ricinoleico, que promueve la circulación en el cuero cabelludo y, por tanto, el crecimiento del cabello con su uso continuo. Además, ayuda a fortalecerlo y reducir su caída. Si tienes pocas cejas o pestañas, también puedes aplicar aceite de ricino de forma directa con un algodón, un hisopo o un viejo cepillo de máscara de pestaña previamente lavado.
Potente desmaquillante 
Mezcla una medida de aceite de ricino con cuatro de agua de rosas (yo sugiero que esa medida sea un dedo de aceite por cuatro de agua) en un envase y úsalo para retirar tu maquillaje como si se tratara de un producto bifásico. Sólo debes agitarlo bien antes de usarlo y no dejarlo más de dos semanas, ya que no tiene ningún tipo de preservantes. Mantén tu aceite de ricino y tu agua de rosas por separado en la alacena y simplemente cada dos semanas prepara tu mezcla.
Uñas perfectas
El aceite de ricino ayuda a tratar ciertos hongos por sus cualidades anti-bacteriales y también a fortalecer las uñas quebradizas porque es rico en vitaminas y minerales.
Anti-inflamantorio
En la antigüedad, los aceites en general se utilizaban muchísimo para tratar heridas o los dolores de ciertas enfermedades (como la artritis) por esta propiedad. El aceite de ricino no es la excepción y, además, también lo puedes usar para tratar el acné o quemadas por el sol por su acción bactericida y antimicótica.
Medicinal
Hasta en la película de Mary Poppins los pequeños Michael y Jane piden una niñera que no le den aceite de castor… Claro, son niños y sólo se fijaban en el sabor, pero la verdad es que una cucharadita de aceite de castor (comprueba que el que compres en la farmacia sea para el consumo oral y consulta con tu médico si estás embarazada o en período de lactancia) puede tener múltiples beneficios, como ayudarte con el estreñimiento, ya que actúa como un laxante natural.


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Para protegerse de ladrones, asesinos, bandidos y todo tipo de opresión.

Salmo 59
1. Del maestro de coro. “No destruyas”. De David. A media voz. Cuando Saúl mandó a vigilar su casa con el fin de matarle.
2. ¡Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío, de mis agresores protégeme,
3. líbrame de los agentes de mal, de los hombres sanguinarios sálvame!
4. Mira que acechan a mi alma, poderosos se conjuran contra mí; sin rebeldía ni pecado en mí, Yahveh,
5. sin culpa alguna, corren y se aprestan. Despiértate, ven a mi encuentro y mira,
6. tú, Yahveh, Dios Sebaot, Dios de Israel, álzate a visitar a todos los gentiles, no te apiades de           ninguno de esos traidores pérfidos.
7. Regresan a la tarde, aúllan como perros, rondan por la ciudad.
8. Míralos desbarrar a boca llena, espadas en sus labios: “¿Hay alguno que oiga?”
9. Mas tú, Yahveh, te ríes de ellos, tú te mofas de todos los gentiles.
10. Oh fuerza mía, hacia ti miro. Pues es Dios mi ciudadela,
11. el Dios de mi amor viene a mi encuentro. Dios hará desafiar a los que me acechan.
12. ¡Oh, no los mates, no se olvide mi pueblo, dispérsalos con tu poder, humíllalos, oh Señor, nuestro escudo!
13. Pecado es en su boca la palabra de sus labios; ¡queden, pues, presos en su orgullo, por la blasfemia, por la mentira que vocean!
14. ¡Suprime con furor, suprímelos, no existan más! Y se sepa que Dios domina en Jacob, hasta los confines de la tierra.
15. Regresan a la tarde, aúllan como perros, rondan por la ciudad;
16. vedlos buscando qué comer, hasta que no están hartos van gruñendo.
17. Yo, en cambio, cantaré tu fuerza, aclamaré tu amor a la mañana; pues tú has sido para mí una ciudadela, un refugio en el día de mi angustia.

18. Oh fuerza mía, para ti salmodiaré, pues es Dios mi ciudadela, el Dios de mi amor.


¿Es bueno dar a mi hijo todo lo que yo no tuve?


¿Es bueno dar a mi hijo todo lo que yo no tuve? Madres que no quieren que a los suyos les falte nada... pero se pasan al otro extremo. “A Dios pongo por testigo de que nunca volveré a pasar hambre”. Es una de las frases más célebres de la Historia del Cine. La bella y caprichosa Scarlett O’Hara ha sufrido los horrores de la Guerra de Secesión y al regresar a su tierra y encontrarla devastada, hace una gran promesa de superación: “…nunca volveré a saber lo que es hambre, yo ni ninguno de los míos… “.
La fuerza de su juramento es memorable: Y eso es sin duda lo que han hecho y hacen muchas mujeres, que han sufrido la pobreza, el hambre y la falta de educación en su infancia y en la juventud. Ellas no saben escribir ni leer, quizás, o tuvieron solo estudios primarios, y no quieren que sus hijos pasen por lo mismo.
Muchas madres que saben lo que es no tener nada que llevar a casa para comer, con el tiempo han logrado superar esa situación: han encontrado un trabajo que les permite subsistir y mantener a los suyos. Han ahorrado, han trabajado en cualquier desempeño, han emigrado, han arriesgado o han pedido un préstamo para conseguir que sus hijos crezcan bien. Pero cuando lo más lógico sería ser prudente, ahorrar y centrarse en dar la mejor educación a los hijos, aparece un fenómeno común: el de la madre que da absolutamente todo al hijo.
Su argumento es “que él tenga lo que yo no pude disfrutar”, y eso incluye desde varios pasos por el Mc Donald’s a la semana hasta la compra continua de ropa de moda innecesaria. En la habitación del pequeño se llegan a acumular zapatillas de deporte de marca, camisetas que solo ha llevado una vez, juguetes que casi no ha disfrutado…

Hábitos poco saludables

El niño, que todavía no tiene sentido de la proporción en lo que pide, ve que todo lo que reclama se le da. Y no cesa de pedir. 
En el asunto de las comidas ocurre que la mamá no decide en función de la salud y el crecimiento del niño sino de lo que le apetece. Así, el pequeño pide bollería industrial antes de llegar a casa y se la come a tal hora que le quita el hambreSolo desayuna los productos que ve en los anuncios de televisión y se pasa horas delante del televisor con los dibujos animados que él ha decidido ver.
No hay horario, no hay suficientes horas de sueño… Él es quien manda si por la mañana le da pereza ir al colegio y se escuda en que “le duele la cabeza”.
La mamá no ve en todo esto un desorden y un mal favor al niño sino todo lo contrario: una lista de las cosas que ella no pudo tener y se juró a si misma que los suyos disfrutarían.
En estos pequeños el consumismo hace estragos, porque a los pocos años ellos mismos están aburridos de tanto producto.

Excesos que tienen proyección social

La mamá sobreprotectora suele querer, además, que los demás vean lo que ella considera un éxito. Por eso acostumbra a complacer a su hijo en cosas que tienen proyección social, por ejemplo, la celebración de un cumpleaños, los regalos, una excursión o unos días de vacaciones, la vestimenta que lleva fuera de casa.
La fiesta de cumpleaños llega a parecer “mi gran boda griega”. La ropa de deporte es el catálogo que reúne las prendas de las estrellas del fútbol.
¿Es positivo educar así a un hijo? En un principio, el niño mostrará entusiasmo por cada cosa lograda; pero muy pronto se dará cuenta de que las felicidades que propician las cosas materiales son muy pasajeras. Después del monopatín querrá la bicicleta y luego el dron y luego… Es una cadena que no se acaba. La sed sigue y las cosas de alrededor ya no generan ninguna alegría.
La madre, además, no ha ahorrado al concederle todos esos caprichos. Y tal vez peligra el poder darle más estudios al niño. Pero se ha dejado llevar por los espejismos: en la clase, en el club deportivo, en el vecindario. Presume de niño sin darse cuenta del daño que le está haciendo.

Consumismo y caprichos

A un niño educado en el consumismo y el capricho instantáneo se le hace daño porque no se le prepara ni se le hace fuerte para las dificultades de la vida (no hablamos de la guerra pero sí de un día de clase en el que habrá que esforzarse o una asignatura que resulta difícil).
Además, ese niño no aprende a distinguir el valor de las cosas. Le parece que todo es fácil de conseguir y de tener a disposición. Lo quiere y lo quiere ya. Se educa al niño para que se convierta en un tirano. Sin saberlo, será un tirano de la propia madre porque le exigirá más y más, y le echará en cara que no le da lo que pide si en algún momento esta falla.
La madre que actúa de ese modo, aunque cree que lo hace por amor, ha de pensar que su comportamiento es un error. Es el momento de poner las cosas en su sitio, dejarse ayudar por alguien que, desde fuera, le ayude a poner límites en los gastos y a espaciar lo que recibe el niño.
La medida óptima es “lo que necesita para estar bien educado”. No es fácil pero se puede reconducir la situación porque los pequeños son muy inteligentes y se dan cuenta de lo que ocurre.


Dolors Massot

Mary Ward, “la jesuita”

Intentó fundar una “Compañía de Jesús” para mujeres. Mary Ward (1585-1645) fundó una congregación femenina de vida apostólica sin clausura, inspirada por el modelo de los jesuitas. Su intuición era demasiado prematura: Ward pasó muchos años en Roma pidiendo al Papa el reconocimiento de su nueva congregación, pero en 1631 su Orden fue suprimida y Mary Ward fue acusada de herejía. Su fe inquebrantable hace de ella una mujer serena, sabia, valiente y fiel.
Santa Teresa de Jesús se lleva la palma de ser la santa andariega, con un coraje extraordinario y con tesón de reformadora. Pero Mary Ward no queda atrás. La fundadora de las “damas inglesas” (conocidas también como “damas irlandesas” es una mujer de vanguardia, nacida en el siglo XVI en Inglaterra, con un claro celo apostólico.
Estuvo bajo la sombra de la Inquisición y su congregación fue disuelta. Sólo en 1877 fue su congregación reconocida por la Iglesia y no fue hasta 1909 que se permitió a Mary Ward recibir el nombre de fundadora.
“Esa mujer incomparable que Inglaterra dio a la Iglesia…” dijo de ella Papa Pío XII, y Juan Pablo II en Mulieres Dignitatem la cita junto a otras mujeres “perfectas” que han participado a la misión de la Iglesia no sin dificultades y discriminaciones.
La Iglesia Católica la vio demasiado audaz y Ward sufrió persecuciones e incomprensiones. Para ella, su iniciativa se fundaba en las Constituciones de San Ignacio de Loyola. Su deseo era crear una rama de contemplativas en acción.
Defendió mucho a la mujer, llegando a afirmar: “Entre hombres y mujeres no hay ninguna diferencia de tal género que estas no puedan hacer nada grande. Y espero que en el futuro se podrá constatar que las mujeres cumplirán cosas grandes”.
Su idea no prosperó e incluso se disolvió su obra, la metieron en la cárcel en Alemania y la sometieron a la Inquisición.
Demasiado moderna para su época, Pío XII la llamó “mujer incomparable”. Mary Ward es la fundadora del Instituto Beata Vergine María (IBVM).
Alfredo López Amat, SJ, en un estudio sobre la figura de Mary Ward llamado “El drama de una pionera”, recuerda que Ward estaba enferma, tenía pocos medios, iba andando y le tocó vivir en medio de la Guerra de los 30 años.
Características de su carácter son la lealtad y la veracidad, y su incapacidad de decir medias verdades. Sus compañeras destacan en ella un “perfecto equilibrio”
Esta mujer pionera cruzó 10 veces el Canal de la Mancha y es la precursora de la vida femenina activa, apostólica.
Nació el 23 de enero de 1585 en el seno de una familia católica noble y rural en el Yorkshire. Cuando tiene dos años ejecutan a María Estuardo, reina escocesa católica.
Es en este contexto de persecución católica por parte de la Iglesia Anglicana que Mary Ward transcurre su infancia. Cambia de casa constantemente, le ofrecen matrimonio, pero ella tiene vocación religiosa.
Cruzó el canal de la Mancha para ir a Francia o a los Países Bajos. Escogió el convento de las clarisas valonas como lega.
No le gustó la experiencia y en menos de un año estaba fuera decidida a fundar un convento para clarisas inglesas. Este convento existe.
Deja la fundación al sentir una voz interior que le dice que este no es su camino. Se dedica a una vida apostólica en Inglaterra. A los padres jesuitas no les gustó, la iniciativa jesuita de Mary Ward. La Compañía de Jesús no admitía mujeres.
Se presenta ante el Papa
En 1621 se presenta en Roma el día de Nochebuena. Presentó la fundadora el programa del nuevo Instituto femenino al Papa Gregorio XV. Empieza una época de reuniones continuas para la posible aprobación de su instituto. Los años transcurridos en la Ciudad Eterna, de 1622 a 1625/26, no fueron provechosos. La ausencia de clausura era un problema mayor del que ella preveía. María Ward aparecía como una mujer sospechosa de rebelión, herejía y desobediencia. Su caso, a través de la Congregación de Propaganda Fide fue a parar a la Inquisición. Murió fracasada, sin ver reconocido el Instituto que había fundado. El Papa Urbano VIII suprimió su Instituto. Pero sus compañeras no dejaron morir su llama.
¿Santa?
La causa para la canonización de Mary Ward fue abierta en 1929. Los teólogos completaron su investigación en mayo de 2009 y recomendaron unánimemente que Mary Ward demostró ‘virtud heroica’ y que su causa debería seguir adelante. La comisión de Cardinales y Obispos confirmó esto en noviembre de 2009 y posteriormente por el Papa. Benedicto XVI promulgó el Decreto de virtudes heroicas de la Venerable Mary Ward.
El Instituto de Mary Ward existe hoy bajo los nombres de Congregatio Jesu y el Instituto de la Bienaventurada Virgen Maria (Loreto) con aproximadamente 3.000 miembros. Las hermanas de Mary Ward están en 44 países.

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3 pasos para dejar atrás el pasado de una vez por todas














De verdad es posible tomar una goma para hacer borrón y cuenta nueva.
Se me da muy bien mentirme a mí mismo. Es una de las cosas que mejor se me dan. Cuando pienso en mi pasado, voy retocando con pinceladas de artista mis acciones y mi comportamiento hasta que todo reluce como una obra de arte perfecta. Todo está en su sitio, todas las acciones están justificadas, todos los errores debidamente explicados con claridad o las culpas repartidas a otros. En mi mente, básicamente, lo que tengo es un equipo de relaciones públicas profesionales que trabajan a destajo para hacer que mi pasado luzca como un constante desfile de triunfos.

Soy virtuoso. Soy guapo. Nunca me equivoco. Y entonces entra la realidad. Es curioso que las mentiras que nos decimos a nosotros mismos, independientemente de lo bien construidas que estén, siempre tienen alguna grieta en su revestimiento por donde se filtra el brillo de la verdad. Podemos confundirnos un tiempo fingiendo que no existe, pero en nuestros corazones sabemos que, quizás, solo quizás, en el pasado cometimos algunos errores.
He hecho y dicho muchas cosas de las que no me siento orgulloso. Daría algunos ejemplos, pero todavía no he llegado a los niveles de san Agustín en lo de rendir cuentas públicamente. Aun así, no puedo engañarme, y esas mentiras que ensayo en mi mente no hacen nada para mitigar la culpa y la vergüenza de mis errores. Para todos nosotros, nuestras falsedades enterradas acechan en nuestro subconsciente como un veneno que afecta nuestras acciones presentes de maneras que no entendemos del todo.
San Francisco de Sales tiene la solución. En 1609, publicó un libro atemporal llamado Introducción a la vida devota, que contiene un tesoro escondido de consejos prácticos y reflexiones sobre aceptar a la persona entera y vivir una vida espiritual sana y feliz. El capítulo XIX se titula Cómo se ha de hacer la confesión general” y aborda el tema de cómo lidiar con la vergüenza que nos pueda asaltar desde nuestro pasado.
Los errores pasados, dice, son como un “escorpión que nos ha herido”. Pero el mejor remedio para su picadura es destilar el veneno confrontando directamente nuestra vergüenza oculta para explorar en profundidad y reconocer todas nuestras acciones. Adueñarnos y responsabilizarnos de nuestras vidas, tanto de lo bueno como de lo malo, es el primer paso para la sanación. Lo más importante es que seamos honestos sobre los errores que hayamos cometido y no intentamos justificarlos.
La sinceridad y la humildad son requisitos imprescindibles. San Francisco dice que, si rendimos cuentas con nuestro pasado, convertimos la vergüenza en honor, porque la pena auténtica es tan amorosa que elimina la fealdad del pasado. Es como tomar una goma para hacer borrón y cuenta nueva. Es el primer paso para escoger de manera intencionada no solo pasar página del pasado, sino vivir una buena vida. Entonces, ¿cuáles son esos consejos prácticos para revisar tu pasado y hacer una confesión general?
Primero, pasa algún tiempo a solas y repasa toda tu vida. Divide por décadas o por etapas vitales, para ayudarte a organizar la memoria. Por ejemplo, pregúntate cómo eras en el instituto y la universidad. ¿Cómo eras siendo adulto joven o siendo padre o madre primerizo? ¿Tuviste una fase rebelde de la que no te enorgulleces ahora? Haz una lista de todas las acciones equivocadas o malos hábitos que puedas recordar. En algunos casos, si te sucede como a mí, tendrás que elaborar más o menos las ideas, como en: “Cuando iba al instituto, trataba fatal a mis padres”. Resume si es necesario, pero no dejes nada fuera.
Segundo, busca un confesor o un confidente de confianza. Para quienes disponen del sacramento de la confesión en su tradición religiosa, les recomiendo un sacerdote. Para quienes no, sería una buena idea hablar con un pastor, con un director espiritual formado o incluso con alguien en quien confiáis profundamente. Encontrad tiempo para sentaros juntos y que puedas recitar tu lista. San Francisco recomienda: “Dilo todo sencilla e ingenuamente, tranquilizando de una vez tu conciencia”. Es importante no sentir vergüenza que te haga saltarte este paso, porque nunca seremos dueños totales de nuestras acciones ni haremos las paces con nuestros errores si no los decimos en alto a otra persona. Para poder eliminar la vergüenza, es necesaria la humildad de admitirlo todo.
Tercero, escucha. Escucha lo tu confidente de confianza te responda a lo que has admitido. A veces, otras personas reconocen patrones de comportamiento de los que nosotros no somos conscientes y surgen algunas perspectivas e ideas interesantes. También es útil simplemente experimentar la reacción de otra persona. A menudo, lo que a mí me parece un pecado horrible y único que solamente yo podría ser suficientemente depravado como para cometerlo resulta ser algo bastante común. Cuando veo que mi confesor no huye horrorizado ante lo que he admitido, es un alivio enorme saber que no estoy solo en mi lucha.
También, escucha cualquier cosa que Dios o tu propia conciencia pueda decirte cuando hayas pronunciado todo lo que tuvieras que decir y tu mente esté clara. Como mínimo, escucharás el sonido de la libertad porque, cuando somos sinceros y honrados con nosotros mismos, es como si se nos levantara una carga y nos liberamos.


MICHAEL RENNIER

viernes, 19 de enero de 2018

¿Qué hacer con una imagen sagrada bendecida que se ha roto?


Una imagen que está rota o dañada no alcanza todo su objetivo Antes de puntualizar lo que se puede hacer con una imagen sagrada que se rompió, es válido destacar la importancia y el valor de las imágenes en la Iglesia. Comienzo recordando que el católico no adora la imagen, sino tiene veneración por ella. San Juan Damasceno decía: “En otro tiempo, Dios, que no tenía cuerpo ni figura no podía de ningún modo ser representado con una imagen. Pero ahora que se ha hecho ver en la carne y que ha vivido con los hombres, puedo hacer una imagen de lo que he visto de Dios. […] Nosotros, sin embargo, revelado su rostro, contemplamos la gloria del Señor” (CIC, n. 1159).
En esta perspectiva, el Catecismo de la Iglesia enseña que “Siguiendo […] la enseñanza divinamente inspirada de nuestros santos Padres y la Tradición de la Iglesia católica (pues reconocemos ser del Espíritu Santo que habita en ella), definimos con toda exactitud y cuidado que la imagen de la preciosa y vivificante cruz, así como también las venerables y santas imágenes […] se exponen en las santas iglesias de Dios, en los vasos sagrados y ornamentos, en las paredes y en cuadros, en las casas y en los caminos: tanto las imágenes de nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo, como las de nuestra Señora inmaculada la santa Madre de Dios, de los santos ángeles y de todos los santos y justos” (CIC, n. 1161). La Iglesia siempre ha dado valor a tales prácticas que conducen al propio Dios.
¿Cómo dispensar con devoción las imágenes sagradas bendecidas que se han roto?
Un primer punto que observar en relación a una imagen sagrada que se ha roto es verificar la posibilidad de restaurarla, si fuera oportuno. Tras una evaluación del estado de la imagen y no habiendo una posibilidad o interés por su restauración, el próximo paso sería usar la forma más coherente de deshacerse del objeto teniendo en cuenta su significado.
La sugerencia es que no hay “necesidad” de llevar las imágenes rotas para depositarlas en las iglesias, cementerios, jugar en ríos o en otros lugares, sino que sean trituradas y enterradas en el jardín o en una maceta de la casa. El sentido es evitar la posibilidad de que las imágenes que fueron bendecidas sean escarnecidas, al ser puestas en la basura indignamente o dejadas en un lugar indebido.
Así, se debe deshacer de las imágenes dañadas de forma que su valor espiritual y significado religioso no sean afectados, evitando cualquier señal de falta de respeto.
Decía san Juan Damasceno que “La belleza y el color de las imágenes estimulan mi oración. Es una fiesta para mis ojos, del mismo modo que el espectáculo del campo estimula mi corazón para dar gloria a Dios” (San Juan Damasceno, De sacris imaginibus oratio 127).

La contemplación de las sagradas imágenes, unida a la meditación de la Palabra de Dios y al canto de los himnos litúrgicos, forma parte de la armonía de los signos de la celebración para que el misterio celebrado se grabe en la memoria del corazón y se exprese luego en la vida nueva de los fieles. (CIC, n. 1162). Por lo tanto, una imagen que está rota o dañada no alcanza todo su objetivo, por eso puede ser dispensada sin ningún problema.

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Cosas que no debes hacer en Misa y tal vez no lo sabías…

¿Levantarte en las ofrendas? ¿Responder al Credo en plural? Pequeños detalles que marcan la diferencia.
1. No llegues tarde Recuerda que Dios te está esperando para colmarte de Su amor, darte Su perdón y un abrazo; hablarte al oído, decirte lo que necesitas oír… Te ha apartado un lugar en Su mesa, no lo dejes esperando…
2. No vistas provocativamente No uses prendas que puedan distraer o provocar (escote, minifalda, shorts, mallas) 
3. No entres sin saludar al Señor. Al llegar presígnate. Él está allí, feliz de verte. Agradécele haberte invitado.

4. No te dé pena hacer reverencia o genuflexión
Si pasas frente al altar, que representa a Cristo, haz reverencia. Si pasas frente al Sagrario, donde está Cristo, haz genuflexión (toca el suelo con la rodilla).

5. No masques chicle ni comas o bebas
Sólo se permite agua sola, en caso de necesidad por cuestión de salud.

6. No cruces la pierna
Se considera una postura poco respetuosa. Que tu cuerpo exprese tu devoción.

7. No vale que una misma persona proclame la Lectura y el Salmo
Si ves que sólo hay un lector o lectora, ofrécete a leer, porque las Lecturas y el Salmo deben ser proclamados por distintos lectores (dos entre semana y tres en domingos o días festivos, cuando hay Segunda Lectura).

8. No añadas frases cuando lees las Lecturas o el Salmo.
No leas las letritas rojas ni digas: ‘Primera Lectura’ o ‘Salmo responsorial’, o ‘Segunda Lectura’. Y al final no digas: ‘ésta es la Palabra de Dios’, porque no es explicación, sino rúbrica divina. Sólo di: ‘Palabra de Dios’. Tampoco digas: ‘respondamos al Salmo’; pues no es recitación, el Salmo es en sí la respuesta a la Primera Lectura.

9. Nunca recites el Aleluya
No te adelantes a decir; ‘Aleluya Aleluya’. Espera unos segundos, y de seguro alguien lo cantará, y si ni el padre ni nadie canta, omítelo, pero nunca lo recites.

10. Antes de la proclamación del Evangelio, no te persignes
Sólo debes signarte (trazar tres cruces pequeñas, en frente, labios y pecho).

11. No respondas en plural cuando el Credo se hace en forma de preguntas
Quien preside pregunta en plural: ‘¿Creen en Dios Padre Todopoderoso?’ No respondas: ‘sí creemos’, pues la fe es personal. Responde: ‘sí creo’.

12. No recojas la colecta durante la Oración Universal
La colecta se recoge durante la presentación de los dones (cuando todos están sentados y quien preside sirve el vino en el cáliz, bendice a Dios por los dones del pan y el vino, y se purifica las manos).

13. No te levantes durante la presentación de los dones
A veces alguien se levanta y por imitación se levantan otros; tal vez al ver al padre levantar el cáliz y la hostia creen que es la Consagración, pero no lo es.

14. No te arrodilles apenas termine el ‘Santo’
Hay que esperar a que quien preside la Misa ponga ambas manos por encima del copón y el cáliz y pida al Espíritu Santo que transforme el pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo. Ése es el momento de arrodillarse (si hay campanita, es ahí cuando la tocan).

15. No te sientes durante la Consagración
Si no te puedes hincar, quédate de pie, pero sentarse, a menos que sea por enfermedad o ancianidad, es falta de respeto a Cristo, que se hace presente en el altar.

16. No digas nada en voz alta durante la Consagración
Hay quien en la Consagración dice en voz alta: ‘Señor mío, Dios mío’, pero distrae a quienes están haciendo su propia adoración en silencio.

17. No digas en voz alta: ‘Por Cristo, con Él y en Él…’
Es parte de la Plegaria Eucarística y sólo le toca decirla a quien preside la Misa.

18. No te muevas de tu lugar para ir a dar la paz
Sólo debes dar la paz a quienes están junto a ti, no a los de otras bancas. Tampoco aprovechar para ir a felicitar o dar pésame.

19. No comulgues si no te has preparado
Debes haber guardado el ayuno eucarístico (no haber comido o bebido nada, ni mascado chicle, una hora antes de comulgar), y no tener pecado grave.

20. No te formes a comulgar sólo en la fila del sacerdote
Jesús está presente en la Hostia Consagrada, sin importar si lo da el sacerdote o un Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión, que es una persona que ha recibido una preparación especial, ha sido instituida por el obispo, y cuenta con la autorización de la Iglesia para distribuir la Comunión en Misa y llevarla a ancianos y a enfermos.

21. Después de comulgar, no platiques con los demás
Tras comulgar, regresa a tu lugar y habla con el Señor, al que acabas de recibir.

Si no pudiste comulgar, haz una Comunión Espiritual y habla con Él.
22. Cuando acabó la distribución de la Comunión no sigas cantando
Se debe terminar el canto con la última persona que comulga, para dar tiempo a que haya un silencio sagrado que permita a cada persona entrar en diálogo con Dios.

23. Que tu celular no sea distracción
Al llegar a la iglesia pon tu celular en silencio. No te pongas a textear ni a hablar por el celular, porque te distraes tú y distraes a los demás. Dedica toda tu atención al Señor, que te está dedicando toda Su atención a ti en esta cita de amor que es la Misa.

24. No desatiendas a tus pequeños
Enséñalos a disfrutar estar en la casa de su Padre Dios, y a saberse comportar.

25. No te salgas antes ni igual que como llegaste
No te pierdas le bendición con la que se te envía al mundo a dar testimonio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y sal con un propósito nuevo que haya inspirado en ti el Señor, para edificar en el mundo Su Reino de amor.

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