miércoles, 28 de marzo de 2018

Cuando el otro no importa


¿Existen las relaciones consumistas? Es cada vez más frecuente percibir como los valores propios del mundo de la técnica y de la economía se han trasladado a otros ámbitos de la vida y de la cultura, o directamente los han colonizado. ¿A qué me refiero con esta preocupación? Que las palabras no son inocentes y que detrás de cada expresión representamos un modo de ver el mundo, a los demás y a nosotros mismos.
Muchos alegremente se entusiasman jugando con las palabras y terminan por reducir las relaciones humanas a meras transacciones comerciales. Un ejemplo de ello son expresiones como: “Dejé a mi novia porque no me era productiva la relación” o “En la amistad hay que evaluar costos y beneficios”, etc. ¿Es así? ¿Una relación basada en el amor debe evaluarse por si es “productiva”?
Cuando se habla de las demás personas como si fueran cosas, productos, recursos humanos, capital humano, no se está haciendo otra cosa que transformar la concepción que tenemos de las personas y de su valor. Muchos ataques a la dignidad humana que nos escandalizan a diario se sostienen por una concepción de las personas que las ha reducido a objetos de uso.
La raíz de la soledad
Cuando sin reparar críticamente en ello, nos acostumbramos a tratar a los demás como bienes de consumo, como cosas que pueden tomarse para sí o descartarse sin piedad. Volvemos al otro un simple medio, un instrumento para alcanzar nuestros intereses, sin importar lo que sucede con él.
Esta lógica pervierte las relaciones humanas desde su raíz y además se nos vuelve hacia nosotros, cuando los demás nos hacen lo mismo. Y así crece la desconfianza, la baja autoestima, en ambientes donde el otro no vale por ser persona, sino por “lo que puede producir”.
Cuando se piensa de esta manera, progresivamente las personas se encierran en sí mismas, defendiéndose de todo y de todos, repitiendo el círculo vicioso de “usar y tirar”.  El narcisismo posmoderno empuja a la autorreferencialidad, al mundo de la “selfie”, a la hipertrofia del yo, donde los demás son solo parte del decorado de un gran ego, sumamente frágil e incapaz de olvidarse de sí para mirar la necesidad del otro.
Claramente no todo el mundo es así, pero es una pauta cultural que ha colonizado la vida de muchas personas hasta el punto de volverse “lo normal”.
La sospecha sobre el amor
El amor no sirve para nada, no es útil. Si lo vuelvo útil ya no es amor. Porque cuando alguien dice “amar me hace bien”, ya se olvidó de la persona amada para evaluar los resultados positivos sobre sí mismo. Sin embargo, que algo no sea “útil”, no lo hace menos importante. Porque solo si amamos y somos amados podemos ser felices. El amor es lo más importante en la vida de las personas, pero no es algo que pueda valorarse por su utilidad.
El amor es un escándalo en el mundo de hoy, porque solo existe si es gratuito, si es a cambio de nada. Muchas personas se ven sorprendidas cuando alguien tiene un gesto gratuito con ellos, incluso sospechan que debe haber una intención oculta o un interés disimulado. Y es que creer que puedo ser amado gratuitamente sigue siendo algo asombroso.
Incluso cuando hay una persona que realiza grandes obras de caridad o es un testimonio por su entrega generosa, se le busca por todas partes “su lado oculto”, para volver a convencernos de que tal vez el amor no exista en realidad.
Este escepticismo ante la bondad humana lo vemos en muchos informes periodísticos, como una suerte de pesimismo antropológicoque descree de todo acto gratuito.
Sin embargo el testimonio de actos de amor gratuito en la vida cotidiana es aplastante, aunque no tiene mucha publicidad. Suelen ser noticias las cosas que nos desagradan en las relaciones familiares o de pareja, pero no salen en los noticieros los millones de seres humanos que dan su vida cotidianamente por los que aman. ¡Cuánto bien haríamos si diéramos a conocer las incontables historias de amor y fidelidad, de generosidad y compromiso, de tantos esposos y esposas, padres e hijos, abuelos y nietos, hermanos y amigos que son héroes anónimos todos los días!
Una sutil pero gran diferencia
Hay una gran diferencia entre amar a otra persona y amar lo que obtenemos de ella. No siempre somos conscientes de ello, porque es muy sutil y nos autoengañamos facilmente. No es lo mismo buscar a alguien por sí mismo que buscarlo por la experiencia que obtengo de esa persona o por lo que recibo de ella.
“¿Buscamos a la persona que amamos en lo que tiene de único, en sus sentimientos, deseos, aspiraciones y ser? ¿O buscamos la experiencia de esa persona? ¿Buscamos a la persona que apreciamos o buscamos simplemente la presencia con la que disfrutamos? Una cosa es estar pendiente del bienestar de otra persona, y otra cosa tratar de huir de la soledad personal. Desde el momento en que nuestra atención se desliza de la otra persona, para centrarse en nuestra experiencia de ella, desde ese momento ya está muerto el corazón del encuentro amoroso”. (P. Van Breemen)
San Agustín llamaba a esta experiencia amabam amare (amaba amar). Sólo en su conversión se abrieron sus ojos y pudo ver la frivolidad de lo que él había llamado “amor”. Buscar la experiencia por la experiencia es buscarse a sí mismo. Muchas relaciones humanas se rompen porque hemos olvidado que en el amor el otro es un fin en sí mismo y no un medio para nuestros satisfacer nuestros deseos.
La clave para construir relaciones auténticas, profundas y sólidas, está en amar en serio, en ver al otro en su ser único e irrepetible, en su dignidad y valor. Solo así es posible respetar al otro y no reducirlo a un simple objeto de consumo. 

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¿Lo más importante en la vida? Sabias respuestas de niños en cuidados paliativos


Un pediatra sudafricano preguntó a sus pequeños pacientes de cuidados paliativos qué era lo más importante para ellos en la vida. Sus conmovedoras respuestas nos invitan a reconsiderar nuestras prioridades. El 1 de febrero, un pediatra sudafricano, el doctor Alastair McAlpine, médico especialista en cuidados paliativos de Ciudad del Cabo, publicó en su cuenta de Twitter las respuestas dadas por sus pacientes niños a la pregunta: “¿Qué te gusta más en la vida y qué le ha dado sentido?”.
Antes de enumerar las respuestas de los niños, el pediatra advierte: “Los niños pueden demostrar mucha sabiduría”.
En efecto, sus respuestas son hermosas, emotivas y nos hacen reflexionar sobre nosotros mismos, nuestras prioridades y nuestra relación con la vida.
La importancia de la familia
Todos estos niños enfermos consideran, por unanimidad, que no hay nada más importante que pasar tiempo con sus familias y quererse los unos a los otros.
Testimonio maravilloso el de este niño que reconoce el amor de su madre:
“¡Nadie me quiere como me quiere mi mamá!”.
Algunos niños muestran una lucidez conmovedora y una increíble empatía hacia sus padres. Lejos de mirar su propio ombligo, piensan en el futuro de ellos:
“Espero que mamá esté bien. Parece triste”. 
“Papá no debe preocuparse. Me verá otra vez pronto”.  
“Dios cuidará de mamá y de papá cuando yo me vaya”.
Signos de bondad y amistad
Los niños muestran la huella de la bondad de sus seres queridos y lo dicen claramente:
“Mi abuela es muy buena conmigo. Siempre me hace sonreír”.
 “Me gusta cuando viene esa enfermera amable, me trata muy bien y me duele menos”.
Una amistad sincera es muy importante para los niños. Según afirma el pediatra:
“Muchos querrían haber pasado menos tiempo preocupándose por lo que los demás pensaban de ellos y haber valorado más a quienes les trataban ‘normalmente’”.
Y citando a los niños:
“A mis amigos de verdad no les importó cuando se me cayó el pelo”.
“Jane vino a verme después de mi operación ¡y ni siquiera se dio cuenta de la cicatriz!”.
Tiempo de calidad
Podríamos pensar que los momentos preferidos de los niños son los que pasan delante de la televisión o en Facebook. Nada más lejos de la realidad. Los momentos preferidos que mencionan son la lectura de cuentos de noche por sus padres, los mimos, la playa y las risas. La risa alivia el dolor, recuerda el médico.
“Cuando me ponga mejor quiero ser un gran detective como Sherlock Holmes”.
 “Me encanta cuando mi hermana me da abrazos”.
“¡He hecho castillos de arena enormes!”.
 “¡Mi padre pone unas caras graciosas que me encantan!”.
Un mensaje con doble sentido
Apoyándose en todos estos testimonios memorables, Alastair McAlpine se dirige así a todos los niños del mundo: “Sed buenos. Leed más libros. Pasad tiempo con vuestra familia. Haced bromas. Id a la playa. Abrazad a vuestro perro. Decid a esa persona especial que le queréis. Estas son las cosas que estos niños desearían haber hecho más a menudo. Lo demás, son detalles. Ah… ¡Y comer helado!”. (Porque todos los niños mencionaron que les encanta el helado, ¡cómo no!).
El mensaje del médico es maravilloso porque va dirigido tanto a los niños como a los padres.
Es posible leer entre líneas para que nosotros, los padres, extraigamos el significado oculto: seamos buenos, amables, bondadosos, si queremos que nuestros hijos también lo sean.
Leamos más libros. Pasemos más tiempo con ellos. Llevémoslos a la playa. Regalémosles un animal de compañía. Digámosles que les queremos. Lo demás, son solo detalles.


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Los voluntarios abrazadores de bebés


Un bebé necesita caricias y amor desde el momento en que llegan al mundo. El Hospital San Bonifacio en Minnipeg, (Canadá), tuvo una gran idea de voluntariado, tan buena que sus cupos están totalmente agotados.
Asumiendo la gran responsabilidad del cuidado de los bebés apenas nacidos, que necesitan de una atención especial e integral las 24 hs. del día sin descanso y viendo que no siempre es posible para los padres que estén con el niño todas esas horas, se buscó “voluntarios abrazadores”.
Sí, como lo oyes, porque un pequeñito necesita, a parte del precioso cuidado que pueda aportar un médico para su buena salud, afecto y cariño de forma constante. Mucho más si son prematuros porque una incubadora nunca se puede comparar al calor, los mimos y caricias que solo un ser humano puede brindar, esa carga emocional que ayuda a los pequeños a la pronta mejoría y favorece su correcto desarrollo.
Estos voluntarios son especialmente necesitados cuando se trata de bebés de madres adictas, ya que al nacer sufren del síndrome de abstinencia neonatal. Los voluntarios se encargan de asistir a los pequeños recién nacidos mientras las madres se encuentran en los centros de rehabilitación.
La idea innovadora del Baby Cuddler (Abrazador de bebés) en este hospital canadiense tuvo un gran éxito, tanto que al entrar a la página del hospital, resalta la siguiente nota: “Nuestro equipo de voluntarios de Baby Cuddler está actualmente lleno, pero aceptamos solicitudes de voluntarios para otros puestos. Gracias por su interés.” Como ven está completamente lleno, e si invita a colaborar en otros sectores, como el de geriatría.
¿Qué te parece esta idea?
Numerosos estudios han demostrado que el contacto piel a piel mejora la formación fisiológica del niño y el control cognitivo en los primeros años de vida.
Abrazarlos, acariciarlos, cantarles y susurrarles palabras cariñosas tienen un efecto muy positivo en los pequeños. Un bebé necesita caricias y amor desde el momento en que llegan al mundo. Claro está que lo ideal sean los padres a brindarle todo este afecto que ayuda a fortalecer los vínculos padre-hijo, pero cuando ellos no están, quizás sea una buena idea la propuesta del Hospital San Bonifacio.

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El secreto de la azafata más veterana de la historia


¿Belleza, simpatía, espíritu de servicio? Bette Nash lleva más de 60 años trabajando y no piensa jubilarse. Bette Nash cumplió 82 años el pasado 31 de diciembre. Lo lógico sería imaginarla en su casa y ya jubilada, pero nada más lejos de la realidad. Es una azafata de vuelo de American Airlines y trabaja a pleno rendimiento.
Una mujer sonriente y agradecida. Se mueve con garbo y cada vuelo sigue siendo para Bette un motor que la llena de energía. “Pienso que ser azafata es un trabajo maravilloso y no tengo más que palabras de agradecimiento “, dice.
A su edad, se ha convertido en la azafata de vuelo más longeva de todos los tiempos y, aunque asegura que a los 90 no estará trabajando, por el momento no piensa retirarse.
Bette es una mujer agradable, sonriente y positiva, que atiende y escucha a cada persona que se encuentra en el avión. Lo suyo es vocacional.  Cuando tenía 16 años, en un avión, “el piloto y la tripulación atravesaron el pasillo y yo pensé: Dios mío, esto es lo que me va “. Así fue el flechazo. 
“Las personas son realmente fascinantes”
Ha volado por todo el mundo y en noviembre de 2017 celebró sus 60 años de carrera profesional con American Airlines. Vive en Virginia, y en casa cuida de un hijo soltero y discapacitado. “Esta es mi vida social”, concluye y explica que “la parte del vuelo que prefiero es saludar a los pasajeros cuando embarcan o descienden del avión. Las personas son realmente fascinantes y siempre ha sido un auténtico placer”.
Bette, que conserva una belleza serena y afable, llegó a ser asistente de vuelo de Jackie Kennedy. Siempre ha sabido estar, tanto en momentos en que las azafatas cocinaban y servían el pavo como en los vuelos turísticos en los que se vendían sandwiches por 50 centavos.
“Todo el mundo quiere un poco de amor”
¿El gran secreto para que la gente la valore y al mismo tiempo se sienta tan satisfecha en su trabajo? “Todo el mundo quiere un poco de amor”, dice, por lo que los viajes se convierten en una ocasión para identificar lo que cada pasajero necesita y hacerle la vida mejor.
“Es mi mentora”
“He viajado centenares de millas, pero mis mejores trayectos son los que contaban con Bette en el avión”, afirma un viajero de mediana edad. “Es mi mentora “, llega a señalar otra mujer, con pleno convencimiento.
Cuando empezó, iba a diario a la sala de salidas, a un tablero no electrónico sino de pizarra donde se escribían los vuelos con tiza y copiaba las rutas que nos tocaban. Al mediodía había que bajar, ¡cruzar la pista a pie vigilando que no pasara un avión!, y volver a copiar los datos de los siguientes vuelos.
Hoy todo ha cambiado en lo tecnológico, pero Bette sigue aportando a empresa y al trabajo algo que nunca una máquina podrá sustituir.




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¿Te preocupan tus hijos? Haz esta oración a los ángeles de la guarda


Cuando nosotros no podemos proteger a nuestros hijos, sus ángeles de la guarda son una poderosa ayuda contra el peligro.  El mundo es un lugar peligroso. Cuando uno sale de la comodidad del hogar, nadie sabe lo que puede sucederle, a uno o a sus hijos. Así ha sido desde Adán y Eva y seguirá siéndolo hasta que Jesús vuelva de nuevo. La buena noticia es que no estamos solos en esto.
Según declara el Catecismo de la Iglesia Católica: “Desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana está rodeada [de ángeles y] de su custodia y de su intercesión” (CIC 336). Dios designa para cada uno de nosotros a un ángel de la guarda cuya misión es guiar, vigilar y proteger. No siempre vemos o sentimos su presencia, pero la verdad es que están ahí, dispuestos y preparados para acudir en nuestra ayuda.
Solamente tenemos que pedirla.
Para los padres, es fácil olvidar que nuestros hijos tienen ángeles de la guarda y que podemos rezarles (a través de la mediación de nuestro propio ángel de la guarda) e invocar su poderosa protección sobre nuestros hijos. Cuando nosotros no podemos estar físicamente junto a nuestros hijos para protegerles, lo más conveniente es rezar a sus ángeles de la guarda.
Aquí podéis leer una breve oración que suele conocerse como “Oración de una madre a los ángeles de la guarda de sus hijos” y es una manera que tenemos de calmar nuestro corazón y estar en paz sabiendo quién protege a nuestros pequeños.
Humildemente os saludo, ¡fieles amigos celestiales de mis hijos! Os doy las gracias de todo corazón por todo el amor y la bondad que les mostráis. En algún día futuro, con un agradecimiento más digno del que ahora puedo dar, os recompensaré por vuestro cuidado de ellos y reconoceré ante toda la corte celestial mi deuda para con vuestra guía y protección. Continuad velando por ellos. Colmad todas sus necesidades de cuerpo y alma. Orad, del mismo modo, por mí, por mi esposo y mi familia entera, para que algún día todos nos regocijemos en vuestra bendita compañía. Amén.

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viernes, 23 de marzo de 2018

Las cinco mentiras que se dicen sobre el papa Francisco


Cinco falsos análisis para cinco años de Pontificado (y todos llegan desde Argentina). El 13 de marzo se cumplió el quinto aniversario del pontificado del papa Francisco. Son fechas que los católicos pueden recordar, que en medios interesados en llevar el pulso de la vida de la Iglesia tienen mucho valor, pero que en general, para la prensa internacional, tienen un bajo y mediano interés. No es así en el lugar de origen del Papa Francisco, donde la fecha no pasó desapercibida por gran parte de la prensa argentina.
Entre los distintos análisis que periodistas principalmente dedicados a la política hicieron por estos cinco años de pontificado, recordando un día que unánimemente será evocado en la Argentina como uno de los días más sorprendentes de su historia, abundaron una serie de lugares comunes mencionados con frecuencia con absoluta liviandad. Lugares comunes que en la síntesis de las redes sociales llenaron de desinformación la opinión pública.
1. El Papa es peronista
Es la definición más común que se da del Papa Francisco. Hay libros enteros que buscan definir al peronismo, y concluyen argumentando que el peronismo es una corriente demasiado amplia como para querer acotarla a una sola definición.
Los hechos son que el Papa Francisco no está afiliado al Partido Justicialista, partido que formalmente hereda y encarna los lemas peronistas. Jorge Bergoglio no era de Guardia de Hierro, organización peronista en tiempos en los que el movimiento estaba proscripto en la Argentina, pese a que tenía relación con algunos que sí lo hacían.
Y si varios hablan de su identidad peronista por su afinidad con la justicia social que el peronismo proclama, baste con afirmar que la doctrina social de la Iglesia tiene bastantes más historias antes del nacimiento de Juan Domingo Perón. El Papa no es peronista ni de ningún partido político argentino.
2. El Papa es kirchnerista
Casi asociado al lugar común anterior, éste se basa en la amplia difusión que tuvieron las imágenes del Papa Francisco con funcionarios y personalidades afines a la plataforma política que gobernó la Argentina durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Nadie duda de que la relación con ambos mientras vivían en la Argentina no fue una relación de amigos. Abiertamente, Néstor Kirchner, peronista, evitaba a Jorge Bergoglio.
Si bien no es cierto que Cristina Kirchner no recibía a Bergoglio como arzobispo, tampoco existía una abierta afinidad entre ambos. Mientras coexistieron la presidencia de Cristina Kirchner con el Pontificado de Francisco el Papa la recibió en algunas ocasiones con notoria alegría. La misma que tuvo la primera vez que saludó a Mauricio Macri cuando asumió el pontificado. El Papa recibió y saludó a personas afines al kirchnerismo y a los acérrimos opositores al kirchnerismo
3. El Papa es marxista
Aunque es un lugar común que cae rápidamente, ocasionalmente asoma, por ejemplo, en los análisis de la encíclica Lumen Fidei, en los que analistas americanos hablan de una pluma roja del Papa Francisco contrastada con la de Benedicto XVI, quien inició el documento.
El Papa no es ni peronista ni kirchnerista, aunque tampoco es liberal en términos económicos, y eso es evidente. El evitar confrontar abiertamente con personas afines al comunismo, incluso el régimen castrista, alimentó este lugar común que el mismo Papa, con claridad, rechazó en una entrevista: “La ideología marxista está equivocada, pero en mi vida he conocido a muchos marxistas buenas personas, por eso no me siento ofendido”.
4. El Papa se mete en la política argentina
Por más que algunos sueñan con que lo haga, el Papa no se involucra en la política argentina. No pone ni saca candidatos. Quienes se han presentado y han hecho campaña con su imagen, en general, han fracasado en las urnas. En tiempos de campaña, evita cualquier tipo de fotos o cercanía con cualquier persona.
Todo lo que se sabe que el Papa hubiese hecho o mandó a hacer, son trascendidos. Los mismos trascendidos que hablaban de una visita a la Argentina en 2014, en 2015, en 2016…Si el Papa quisiera meterse en la política argentina, daría entrevistas a medios argentinos sobre la coyuntura argentina. Y no lo hace.
5. El Papa no quiere a la Argentina
No tiene mucho sentido explayarse sobre el absurdo de asociar una decisión de no priorizar un viaje a la Argentina con una falta de afecto a su país, sobre el que alguna vez dijo: “Hay que ponerse la patria al hombro”. Difícil es imaginar que Pedro cuando los caminos lo llevaron a Roma no añoró su hogar frente al lago. La lógica política que no hay que usar para entender a la Iglesia, como ha insistido Francisco, no contempla la posibilidad de que quien asume el Pontificado ponga en manos de Dios aquello que más se quiere. El Papa quiere a la Argentina, pero el primer mandamiento es Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, no Honrar Padre y Madre.
La lista podría continuar con una mirada más universal y abordar temas que con liviandad se dicen, como que el Papa no ha priorizado la justicia en torno a los abusos cometidos por sacerdotes, entre otros.



Estas apariciones fueron oficialmente declaradas “falsas”


Incluyendo la “aparición” de san José en Itapiranga, Brasil. Viviendo en una era de “fake news”, no debería sorprendernos que muchas apariciones de la Virgen María o de san José no fuera verdaderas. De hecho, a lo largo de los siglos, la Iglesia ha declarado falsas innumerables revelaciones privadas y solamente declara dignos de veneración los relatos que demuestran ser auténticos y espiritualmente fructíferos después de un cuidadoso examen.
Aunque los católicos no tienen obligación de creer en ninguna revelación privada, ni siquiera las aprobadas, la Iglesia puede aprobar apariciones y mensajes para devoción local o universal. El primer paso de este proceso es la aprobación del obispo local de la diócesis donde vive el visionario. En 1978 se elaboró un documento vaticano que describe los pasos necesarios para confirmar una revelación privada.Cuando se tenga la certeza de los hechos relativos a una presunta aparición o revelación, le corresponde por oficio a la Autoridad eclesiástica:
a) En primer lugar juzgar sobre el hecho según los criterios positivos y negativos (cf. infra, n. I).b) Después, en caso de que este examen haya resultado favorable, permitir algunas manifestaciones públicas de culto o devoción y seguir vigilandolas con toda prudencia (lo cual equivale a la fórmula “por el momento nada obsta”: pro nunc nihil obstare).
c) Finalmente, a la luz del tiempo transcurrido y de la experiencia adquirida, si fuera el caso, emitir un juicio sobre la verdad y sobre el carácter sobrenatural del hecho (especialmente en consideración de la abundancia de los frutos espirituales provenientes de la nueva devoción).
Solamente la Sede Apostólica puede invalidar una decisión del Ordinario local.  Para revertir tal decisión haría falta algo grave y no realizado por “razones sospechosas”.
La Iglesia siempre es cuidadosa a la hora de someter revelaciones privadas a un proceso de estudio antes de hacer cualquier valoración sobre la propiedad de devoción, ya que no quiere engañar a nadie ni desviarlo de la fe.
Aquí tenéis una lista muy corta de revelaciones privadas a lo largo del último siglo que han sido declaradas falsas o de carácter no sobrenatural divino y de las cuales, por tanto, los fieles tienen indicación de alejarse.



Papa Francisco: ¿Cómo rezas cuando alguien te pide que recen por él?


Homilía hoy en Casa Santa Marta. “Valentía y paciencia”: son las peculiaridades de la oración, que debe elevarse a Dios “con libertad, como hijos”. Lo subrayó el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada en Santa Marta. El punto de partida fue la primera lectura, del libro del Éxodo, con la conversación entre el Señor y Moisés sobre la apostasía de su pueblo.
Moisés no cede a la lógica del chantaje
El profeta intenta apartar al Señor de sus propósitos iracundos contra el pueblo que “ha dejado la gloria del Dios vivo para adorar un becerro de oro”. En el diálogo audaz que mantienen, Moisés “se acerca con argumentos” y recuerda al Padre cuánto hizo por su gente, llevada a salvo de la esclavitud en Egipto, recuerda la fidelidad de Abraham, de Isaac.
En sus palabras, en este “cara a cara”, se percibe la implicación del profeta, su amor por el pueblo. Moisés no teme decir la verdad, no “entra en juegos de chantaje”, no cede ante la posibilidad “de vender su conciencia”. “Y esto agrada a Dios”, precisa el Pontífice, “cuando Dios ve un alma, una persona que reza y reza por algo, Él se conmueve”.
“Nada de chantaje. Yo estoy con el pueblo. Y estoy contigo. Esta es la oración de intercesión: una oración que argumenta, que tiene el valor de hablar a Dios a la cara, que es paciente. Hace falta paciencia, en la oración de intercesión: no podemos prometer a alguien que vamos a rezar por él, y después acabar la cosa con un Padrenuestro o un Avemaría y ya está. No, si dices que vas a rezar por alguien, tienes que hacerlo así. Y se necesita paciencia”.
Paciencia y constancia de la oración
En la vida cotidiana, por desgracia, no son raros los casos de dirigentes dispuestos a sacrificar la empresa con tal de salvar sus propios intereses, de lograr un beneficio propio. Pero Moisés no entra en la “lógica del chantaje”, él está con el pueblo y lucha por el pueblo. Las Sagradas Escrituras están llenas de ejemplos de constancia, de la capacidad de “seguir adelante con paciencia”: la cananea, el “ciego a la salida de Jericó”.
“Para la oración de intercesión hacen falta dos cosas: valor, o sea, parresia, y paciencia. Si yo quiero que el Señor escuche algo que le pido, debo seguir, y seguir, y seguir, llamar a la puerta, y llamo al corazón de Dios, y llamo allá … ¡pero porque mi corazón se ha implicado con esa persona! Pero si mi corazón no se implica con esa necesidad, con esa persona por la que tengo que rezar, no será capaz de tener ni valor ni paciencia”.
Tener un corazón comprometido
Papa Francisco indica, por tanto, el “camino de la oración de intercesión”: implicarse, luchar, seguir adelante, ayunar.
“Que el Señor nos de esta gracia. La gracia de rezar ante Dios con libertad, como hijos; de rezar con insistencia, de rezar con paciencia. Pero, sobre todo, rezar sabiendo que yo hablo con mi Padre, y mi Padre me escuchará. Que el Señor nos ayude a progresar en esta oración de intercesión”.



¿Por qué vestimos de morado en Cuaresma?


Cuando lo que llevamos por dentro se refleja por fuera. No es que la Cuaresma sea una temporada de moda como primavera-verano u otoño-Invierno donde hay uno o varios colores que se proponen como tendencia; pero sí es una época muy importante para los católicos y el color morado (en tono preferiblemente oscuro, no pastel) nos recuerda que son 40 días de reflexión, penitencia y conversión espiritual. 
Jesús fue vestido con una bata morada durante su Pasión a manera de burla por “ser el rey de los judíos”. Y es que, desde antes de su época, el púrpura era símbolo de la realeza. Por ejemplo, en el Éxodo, se puede leer que a Moisés lo mandan a hacer el tabernáculo “con diez cortinas de lino fino torcido y tela azul, púrpura y escarlata” (EX 26:1) y en las 2 Crónicas 3:14 que el rey Salomón manda a decorar el templo de Jerusalén con telas de este color.
La Iglesia decidió conservar el morado como un símbolo no sólo de penitencia y luto (en anticipación a la crucifixión y de semejanza a Jesús), sino también como un recordatorio de enfrentar nuestros propios pecados, prepararnos espiritualmente y ayudar al prójimo para acercarnos más a Dios y a su reino (manteniendo así el carácter solemne tradicionalmente asignado a la púrpura). No es sólo un color que se utiliza en la procesión del Nazareno, es el color de toda la Cuaresma.
Por supuesto, no es que si nos ponemos una minifalda morada estaremos siendo fieles al color litúrgico, el tipo de tela y el diseño de la pieza también deben reflejar el sentimiento previo a la Pascua de Resurrección. Visualmente, es una oportunidad de reflejar austeridad y simplicidad, pero no es una norma de la Iglesia católica. Además, no necesariamente tienes que vestir de morado los 40 días, puede ser un detalle como una pulsera, un pañuelo amarrado a tu bolsa o un accesorio que simplemente te recuerde el significado de estas fechas.
Sólo el Domingo de Ramos y el Viernes Santo el morado es sustituido por el rojo por simbolizar la sangre de los mártires y fuerza del Espíritu Santo. Y luego, el Domingo de Resurrección, el color que debemos llevar es el blanco como señal de vida, pureza, alegría y júbilo.
Pero recuerda que de nada sirve llevar ropa morada sino teñimos nuestro corazón de ese color. Aprovecha estos días para reflexionar, hacer algún sacrificio, ayudar más al otro y ver cómo desde tu más sencilla cotidianidad puedes ser no sólo un mejor católico sino, sobre todo, una mejor persona.



España y la Semana Santa: El gobierno concede 9 indultos


Se sigue cumpliendo la tradición que puso en práctica Carlos III. El gobierno de Mariano Rajoy ha hecho hoy público los indultos a Ignacio de la Calle Pardo, Sergio Calvete Zas, José Miguel Gutiérrez Romero, Jorge Mario Osorio Ortiz, Elena Quejido Pulido, Reynaldo Rodríguez Leiro, Sandra Sanz Aparici, Sergio Sierra Latorre y Dennis Van Gils. Se trata de una tradición española en la cual el Ministerio de Justicia y a petición de las cofradías religiosas otorga el indulto a determinados condenados, la mayoría de ellos por delitos contra la salud pública (drogas).
¿Por qué esta tradición? ¿Por qué se ofrecen estos indultos?
Algunos juristas defienden que esta medida de gracia se remonta al año 1447, cuando Juan II de Castilla promulgó la Ley del Perdón del Viernes Santo. En la ley se especificaba que cada año con motivo de la Pasión de Jesús se liberaría a un reo.
La institucionalización de la medida tendría lugar en 1759 y la llevaría a cabo Carlos III. En aquel año una grave epidemia asoló la ciudad de Málaga y las autoridades decretaron la suspensión de las procesiones. Los presos pidieron portar una imagen, una medida que fue denegada y que provocó un motín en el que los presos huyeron para portar la imagen religiosa por la ciudad.
Tras la procesión volvieron a la cárcel y de forma milagrosa desapareció la epidemia. Carlos III quedó conmovido y concedió la pragmática real que recoge el privilegio de indultar un preso antes de cada Semana Santa.
No es un privilegio como tal
Desde el Ministerio de Justicia se explica que no existe privilegio y que la petición de indulto sigue los trámites habituales previstos por la ley. De hecho, las cofradías solicitan esta medida de gracia para presos de su provincia y que su indulto tenga “razones de justicia, equidad o utilidad pública”.