El estudio ha descubierto que la mezcla
diaria de oración, eucaristía y silencio tiene un alto impacto en la dopamina
del cerebro y en la función de la serotonina. En la actualidad, cada día más católicos
redescubren lo valioso que es realizar periódicamente retiros espirituales,
como una manera de sanar el alma, pero también para restablecer la salud
integral de sus vidas. Para comprender lo que pasa en el cerebro de las
personas que acuden a estas prácticas, investigadores del Instituto Marcus de
Salud Integrativa en la Universidad Thomas Jefferson estudiaron de
cerca los comportamientos y reacciones de un grupo de voluntarios que
participaron en un retiro controlado de siete días. Los resultados se han
publicado en Religión, Brain & Behavior.
El estudio se basó en la experiencia de 14 participantes con edades comprendidas entre los 24 y los 76 años. El estudio utilizó la tomografía computarizada de emisión de fotón único de DaTscan (SPECT) de los participantes durante el experimento. Y después del retiro, los participantes respondieron a una encuesta.
El retiro que se usó para el experimento está basado en los ejercicios espirituales desarrollados por San Ignacio de Loyola, el fundador de la orden católica de los jesuitas. Después de una misa de la mañana, los participantes pasaron la mayor parte del día en contemplación silenciosa, adoración y reflexión y asistieron a una reunión diaria con un orientador espiritual.
El estudio se basó en la experiencia de 14 participantes con edades comprendidas entre los 24 y los 76 años. El estudio utilizó la tomografía computarizada de emisión de fotón único de DaTscan (SPECT) de los participantes durante el experimento. Y después del retiro, los participantes respondieron a una encuesta.
El retiro que se usó para el experimento está basado en los ejercicios espirituales desarrollados por San Ignacio de Loyola, el fundador de la orden católica de los jesuitas. Después de una misa de la mañana, los participantes pasaron la mayor parte del día en contemplación silenciosa, adoración y reflexión y asistieron a una reunión diaria con un orientador espiritual.
La gracia sana el alma y se activan
neurotransmisoresEl estudio descubrió que se producen cambios
en los niveles de dopamina y de serotonina en los cerebros de quienes viven un
retiro de siete días. Más concretamente, se observaron disminuciones
significativas en la unión del transportador de dopamina en los ganglios
basales y disminuciones significativas en la unión del transportador de
serotonina en el mesencéfalo después del retiro. Asimismo, la participación en
el retiro también implicó cambios significativos en una variedad de medidas
psicológicas y espirituales.
El estudio muestra por primera vez los efectos neurofisiológicos, en particular los relacionados con la dopamina y la serotonina, que un retiro de siete días desencadena en los participantes.
Neuropsiquiatría y espiritualidad se dan la mano
Para algunos neuropsiquiatras la dopamina es facilitadora de sentimientos como el amor y otros que generan bienestar, placer. Por su parte, la serotonina es fundamental para el equilibrio psicológico, ya que el sentimiento de soledad e incluso la depresión son respuestas químicas a su carencia, señalan.
"Dado que la serotonina y la dopamina forman parte del sistema de recompensa y de los sistemas emocionales del cerebro, este descubrimiento nos ayuda a entender por qué estas prácticas (retiros) resultan experiencias emocionalmente poderosas y positivas" para las personas que las viven, explica Andrew Newberg, MD, Director de Investigación del Instituto Marcus de Salud Integrativa, en un comunicado.
Alerta del alma, bienestar de la mente
Exploraciones posteriores realizadas a los participantes en el retiro revelaron disminuciones en el enlace transportador de dopamina (5-8 por ciento) y en el transportador de serotonina (6,5 por ciento), lo que podría hacer que más neurotransmisores estuvieran disponibles para el cerebro.
Esto se asocia con emociones positivas y vivencias espirituales. En particular, la dopamina es responsable de mediar en la cognición, la emoción y el movimiento, mientras que la serotonina está involucrada en la regulación emocional y el estado de ánimo.
Después de regresar del retiro, los participantes en el estudio respondieron a una serie de encuestas que mostraron mejoras significativas en su percepción de salud física, tensión y fatiga. También informaron de un aumento de los sentimientos de trascendencia que se correlaciona con el cambio en la dopamina vinculante.
Algunos secretos por develar
Los resultados, aunque preliminares, sugieren que participar en un retiro espiritual católico puede tener un impacto a corto plazo en la dopamina del cerebro y en la función de la serotonina, y que esto podría relacionarse con diversas reacciones emocionales y espirituales.
"De alguna manera, nuestro estudio plantea más preguntas de las que responde", dijo Newberg. "Nuestro equipo está intrigado respecto a qué aspectos del retiro causaron los cambios en los sistemas de neurotransmisores y si diferentes retiros producirían resultados diferentes." Espero que los estudios futuros puedan responder a estas preguntas", concluyó.
El estudio muestra por primera vez los efectos neurofisiológicos, en particular los relacionados con la dopamina y la serotonina, que un retiro de siete días desencadena en los participantes.
Neuropsiquiatría y espiritualidad se dan la mano
Para algunos neuropsiquiatras la dopamina es facilitadora de sentimientos como el amor y otros que generan bienestar, placer. Por su parte, la serotonina es fundamental para el equilibrio psicológico, ya que el sentimiento de soledad e incluso la depresión son respuestas químicas a su carencia, señalan.
"Dado que la serotonina y la dopamina forman parte del sistema de recompensa y de los sistemas emocionales del cerebro, este descubrimiento nos ayuda a entender por qué estas prácticas (retiros) resultan experiencias emocionalmente poderosas y positivas" para las personas que las viven, explica Andrew Newberg, MD, Director de Investigación del Instituto Marcus de Salud Integrativa, en un comunicado.
Alerta del alma, bienestar de la mente
Exploraciones posteriores realizadas a los participantes en el retiro revelaron disminuciones en el enlace transportador de dopamina (5-8 por ciento) y en el transportador de serotonina (6,5 por ciento), lo que podría hacer que más neurotransmisores estuvieran disponibles para el cerebro.
Esto se asocia con emociones positivas y vivencias espirituales. En particular, la dopamina es responsable de mediar en la cognición, la emoción y el movimiento, mientras que la serotonina está involucrada en la regulación emocional y el estado de ánimo.
Después de regresar del retiro, los participantes en el estudio respondieron a una serie de encuestas que mostraron mejoras significativas en su percepción de salud física, tensión y fatiga. También informaron de un aumento de los sentimientos de trascendencia que se correlaciona con el cambio en la dopamina vinculante.
Algunos secretos por develar
Los resultados, aunque preliminares, sugieren que participar en un retiro espiritual católico puede tener un impacto a corto plazo en la dopamina del cerebro y en la función de la serotonina, y que esto podría relacionarse con diversas reacciones emocionales y espirituales.
"De alguna manera, nuestro estudio plantea más preguntas de las que responde", dijo Newberg. "Nuestro equipo está intrigado respecto a qué aspectos del retiro causaron los cambios en los sistemas de neurotransmisores y si diferentes retiros producirían resultados diferentes." Espero que los estudios futuros puedan responder a estas preguntas", concluyó.
catholic.net
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