miércoles, 19 de julio de 2017

La plenitud de la Verdad

Solamente por medio de la Iglesia Católica de Cristo, que es auxilio general de la salvación, puede conseguirse la plenitud total de los medios salvíficos” 

Esta es una de esas cosas que suelen ser malentendidas para aquellos que se encuentran fuera de la Iglesia Católica (y bueno, honestamente, también por muchos que están dentro de ella). El asunto podría sonar como si la Iglesia estuviese diciendo que cualquier cosa fuera del catolicismo no puede ser considerada como verdadera. Sin embargo, este no es el caso. De hecho, existen verdades religiosas fuera de la Iglesia, como el hecho de la existencia de Dios. La Iglesia reconoce que muchas personas han sido capaces de descubrir la existencia de Dios haciendo uso solo de la razón humana, de hecho, quien les escribe entra en esta categoría. En otras palabras, expresar la idea de la Iglesia como la “plenitud de la verdad” no puede ser entendido como una especie de monopolio de la verdad, como si no existiesen verdades fuera de la iglesia.  

¿Entonces que significa? Significa que la verdad que Cristo vino a revelarnos fue confiada, en toda plenitud, a la Iglesia Católica. Cuando se trata de aquellas cosas que Cristo quiso hacernos conocer para nuestra salvación (lo que solemos llamar Revelación), la plenitud de esta verdad se encuentra en las enseñanzas de la Iglesia Católica, La cual fue establecida por Jesucristo para trasmitir estas verdades a través de la historia. Es entendible para muchas personas especialmente los predicadores del relativismo les fastidie una afirmación de este calibre, sin embargo, es parte de lo que tanto las Escrituras como la Historia Universal confirman de manera irrefutable. Esto por otro lado, no nos pone a los católicos en la postura de “dueños de la verdad”, sino de testigos de ella. Ante esto, vale la pena acotar, que esto no es una especie de “dignidad”, sino una responsabilidad sobre la cual seremos juzgados. De más está decir, que cada persona será juzgada de acuerdo con su conciencia y a lo poco o mucho que ha conocido de la Verdad, en cuyo caso, un bautizado será juzgado como tal, mientras que un ateo será juzgado según los parámetros de bien y verdad que haya podido conocer.

¿Qué sucede con los cristianos no católicos?

Con ello la Iglesia trata de descubrir las “semillas de la Palabra” el “destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres, semillas y destellos que se encuentran en las personas y en las tradiciones religiosas de la humanidad. Desde la “Reforma” protestante el cristianismo fue desmembrado en cientos de miles denominaciones y sectas de manera que ahora existen muchos grupos de personas que se denominan “cristianos”. Y que lo son, siempre y cuando hayan recibido un Bautismo valido pero que no pertenece a la Iglesia Católica. La Iglesia reconoce en estos múltiples grupos y denominaciones, muchos elementos que son buenos y verdaderos. La plenitud de la verdad solamente se encuentra en la Iglesia Católica.

Fuente: catolica.net 

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