martes, 18 de julio de 2017

"Tentaciones"



No es pecado tener tentaciones. Lo que si es pecado es consentirlas, o
sea, quedarse detenidamente a pensar con gusto en esto.

Jesús también tuvo tres tentaciones (pero no las consintió sino que las rechazo) (S. Mateo 4). Todos los santos han tenido tentaciones, pero se esforzaron y las rechazaron.

Ejemplo: Las Tentaciones de Santa Catalina

Catalina fue una santa muy famosa. Una vez le vinieron terribles tentaciones de impureza. Ella sufría mucho por eso, pero las rechazaba. Después se le apareció Jesucristo y ella le dijo: "Señor", a donde te habías ido cuando me llegaban tan horribles tentaciones ?". Jesús le contesto: "Yo estaba allí en tu corazón". Como, le dijo la santa, allí en medio de tan horrorosas tentaciones?". Y el Redentor le dijo: " Dime, esas tentaciones te producían agrado? No respondió Santa Catalina al contrario me producían el asco mas horrible de mi vida. "Pues Yo era el que te hacia sentir ese asco, le dijo Jesús. Y estaba muy contento allí al ver que en ves de consentir las tentaciones las rechazabas con valor.

Dios permite que tengas tentaciones para que le podamos demostrar que lo amamos a El mas que a todo lo demás; para que nos conservemos humildes y para darnos ocación de aumentar nuestros méritos y nuestro premio para el cielo.

El libro del Eclesiástico dice: " Si te dedicas a servir a Dios prepárate para la tentación". Y el salmista exclama: "Me estuvo bien haber sufrido tentación porque así me acorde de Dios".

Para muchas personas muy inclinadas al orgullo, el remedio mejor para mantenerlas humildes son las fuertes y casi enloquecedoras tentaciones. Entonces se dan cuentan de que por si nada pueden, y que sin el auxilio de Dios no somos nada. En la tentación tenemos que repetir humildemente con San Agustín: "No hay pecado por grave que sea, que otra persona haya cometido, que yo no pueda cometer", y recordar lo que repetía San Pablo: "Quien esta en pie tenga cuidado porque puede caer" (1 Cor: 10).


No hay comentarios.:

Publicar un comentario