Señor Jesús, tú guías
sabiamente la
historia de tu Iglesia
y de las naciones.
Escucha ahora nuestra
súplica.
Nuestros idiomas se
confunden
como antaño en la
torre de Babel.
Somos hijos de un
mismo Padre
que tú nos revelaste,
y no sabemos ser
hermanos,
y el odio siembra más
miedo y más muerte.
Danos la paz que
promete tu Evangelio,
aquella que el mundo
no puede dar.
Enséñanos a
construirla como fruto
de la Verdad y de la
Justicia.
Escucha la
imploración de María Madre
y envíanos tu
Espíritu Santo,
para reconciliar en
una gran familia
a los corazones y los
pueblos.
Venga a nosotros el
Reino del Amor,
y confírmanos en la
certeza
de que tú estás con
nosotros
hasta el fin de los
tiempos.
Amén.
Autor: Padre Ignacio
Larrañaga
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