Si
tienes una urgencia, no lo dudes... ¡Funciona! Cada vez que un fiel se
acercaba a Padre Pío para pedir ayuda y consejos espirituales por alguna
necesidad o urgencia por la que estaban pasando él siempre les repetía sin
descanso: “Tengamos la firme esperanza de ser escuchados, confiados en la
promesa que nos hace el Divino Maestro: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis;
llamad y se os abrirá… Porque todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os será
dado”
Si
tienes una urgencia, no lo dudes, llénate de esperanza y pide a nuestro Señor
por intercesión de Padre Pío rezando una de estas tres oraciones:
Oración
al Padre Pio para pedir su intercesión
Oh
Dios,
que a San Pío de Pietrelcina,
sacerdote capuchino,
le has concedido
el insigne privilegio
de participar, de modo admirable,
de la pasión de tu Hijo:
concédeme,
por su intercesión,
La gracia de (……)
que ardientemente deseo
y otórgame, sobre todo,
que
yo me conforme
a la muerte de Jesús
para alcanzar después
la gloria de la resurrección.
Gloria
al Padre…. (3 veces)
Oración
para pedir la glorificación
Oh
Jesús, lleno de gracia y de caridad y víctima por los pecadores, que, impulsado
por el amor a nuestras almas, quisiste morir crucificado, te ruego humildemente
glorificar, también sobre esta tierra, el Siervo de Dios, Padre Pío de
Pietrelcina, que en la participación generosa a tus sufrimientos, tanto te amó
y tanto se prodigó por la gloria del Eterno Padre
y por el bien de las almas!
Te
suplico, oh Jesús, que me concedas,
por su intercesión, la gracia (…) que
ardientemente deseo.
Recitar
tres Glorias
Oración
para pedir humildad
Padre
Pío,
tú viviste en el siglo del orgullo,
y fuiste humilde.
Padre
Pío,
tú pasaste entre nosotros en la época
de las riquezas soñadas, jugadas y adoradas,
y permaneciste pobre.
Padre
Pío,
junto a ti ninguno oía la Voz,
y tú hablabas con Dios.
Cerca de ti ninguno veía la Luz,
y tú veías a Dios.
Padre
Pío,
mientras nosotros corríamos afanosos,
tú te quedabas de rodillas
y veías el Amor de Dios clavado a un Madero,
herido en las manos, en los pies y en el corazón,
para siempre!
Padre Pío,
ayúdanos a llorar delante de la Cruz,
ayúdanos a creer delante del Amor,
ayúdanos a sentir la Misa como llanto de Dios,
ayúdanos a buscar el perdón como abrazo de paz,
ayúdanos a ser cristianos con las heridas
que derraman sangre de caridad fiel y silenciosa,
como las heridas de Dios!
Amén.
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