lunes, 22 de enero de 2018

Menos químicos y más aceite de ricino.

Una alternativa natural que puede ser igual o más efectiva que muchos productos de consumo masivo. A veces parece que las etiquetas de los cosméticos que compramos son cada vez más largas y difíciles de entender. Palabras súper complicadas de ingredientes que desconocemos y que no siempre nos tomamos la molestia de investigar qué son y qué efectos podrían tener en nuestro cuerpo.
Si les preguntan a sus abuelas, seguro les dirán que las mujeres de antes ni usaban tantas cosas y, las que se aplicaban, eran muchas veces orgánicas, y basta con ver algunas fotos para darnos cuenta de que sí funcionaban.
Entonces, ¿por qué no rescatar lo natural? No sólo nos ahorramos mucho dinero, sino que le damos a nuestro cuerpo algo mucho más puro y sano. Además, optamos por productos más respetuosos con el medio ambiente.
Ingredientes orgánicos hay muchísimos, pero hoy les quería hablar del aceite de ricino o de castor (que nada tiene que ver con el animal, es sólo por una mala traducción del inglés, en realidad es un aceite vegetal) porque tiene muchísimos beneficios y es muy versátil.

Una cabellera de diez
Puedes agregar unas gotas de este aceite en tu acondicionador regular para un extra de hidratación y hacer que tu melena se vea más suave y brillante. Asimismo, este aceite es rico en ácido ricinoleico, que promueve la circulación en el cuero cabelludo y, por tanto, el crecimiento del cabello con su uso continuo. Además, ayuda a fortalecerlo y reducir su caída. Si tienes pocas cejas o pestañas, también puedes aplicar aceite de ricino de forma directa con un algodón, un hisopo o un viejo cepillo de máscara de pestaña previamente lavado.
Potente desmaquillante 
Mezcla una medida de aceite de ricino con cuatro de agua de rosas (yo sugiero que esa medida sea un dedo de aceite por cuatro de agua) en un envase y úsalo para retirar tu maquillaje como si se tratara de un producto bifásico. Sólo debes agitarlo bien antes de usarlo y no dejarlo más de dos semanas, ya que no tiene ningún tipo de preservantes. Mantén tu aceite de ricino y tu agua de rosas por separado en la alacena y simplemente cada dos semanas prepara tu mezcla.
Uñas perfectas
El aceite de ricino ayuda a tratar ciertos hongos por sus cualidades anti-bacteriales y también a fortalecer las uñas quebradizas porque es rico en vitaminas y minerales.
Anti-inflamantorio
En la antigüedad, los aceites en general se utilizaban muchísimo para tratar heridas o los dolores de ciertas enfermedades (como la artritis) por esta propiedad. El aceite de ricino no es la excepción y, además, también lo puedes usar para tratar el acné o quemadas por el sol por su acción bactericida y antimicótica.
Medicinal
Hasta en la película de Mary Poppins los pequeños Michael y Jane piden una niñera que no le den aceite de castor… Claro, son niños y sólo se fijaban en el sabor, pero la verdad es que una cucharadita de aceite de castor (comprueba que el que compres en la farmacia sea para el consumo oral y consulta con tu médico si estás embarazada o en período de lactancia) puede tener múltiples beneficios, como ayudarte con el estreñimiento, ya que actúa como un laxante natural.


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