Blat es un perro
precioso, es una mezcla de labrador retriever y pitbull, pero no es un perro normal: es capaz de detectar a través del aliento de las personas si estas
tienen o no cáncer de pulmón.
El
cáncer de pulmón es muy agresivo, precisamente porque se desarrolla en silencio
y generalmente no puede ser detectado hasta que está ya en fases muy avanzadas
y en las que hay poco margen de actuación. Conseguir un método de detección más
prematura para este tipo de cáncer es fundamental para mejorar su tratamiento
y, sobre todo, la supervivencia. El
Instituto Clínico Respiratorio del Hospital Clínic de Barcelona ha publicado en
el European Journal of Cardio-Thoracic Surgery los resultados de un proyecto de
investigación para detectar de forma más precoz el cáncer de pulmón de una
forma muy eficaz pero original. Junto con Ingrid Ramon, propietaria de Blat y
directiva de la empresa Argus Dogs
de perros de detección, lo han adiestrado para detectarlo con una fiabilidad
del 95% e incluso si es tan inicial que sólo mide cuatro milímetros de
diámetro.
Para
ello y durante seis meses utilizaron técnicas de adiestramiento positivo, es
decir, ofrecerle un premio cada vez que acertaba. Colocaban cajas de madera con
un tubo de ensayo en su interior que contenía el aliento de diversas personas,
una de ellas con cáncer de pulmón. El perro ha aprendido a detectarlo y se
sienta delante del tubo que contiene el aliento de la persona enferma.
No
es un caso único, puesto que existen ya perros que ayudan a las
personas con diabetes grave a detectar momentos de hipoglucemia para
que tomen su medicación a tiempo.
El
cáncer más mortífero
Según
la Sociedad Española de Oncología Médica, el
cáncer de pulmón es el más frecuente del mundo y que más fallecimientos provoca
cada año. El problema es que no
presenta síntomas hasta que está en estadios muy avanzados y
generalmente se detecta de forma accidental cuando se hace una radiografía del
tórax.
El aliento,
que proviene de los pulmones, contienen sustancias
procedentes del tumor que son detectadas por el perro. La labor
de los investigadores ahora es aprender a diferenciar entre los más de 3.000
compuestos orgánicos que puede contener nuestro aliento aquellos que son
propios de una persona con cáncer y, gracias a la ayuda de Blat, desarrollar un
método más fácil de ser aplicado en la práctica médica habitual. Se podría denominar la “prueba Blat” de
detección del cáncer de pulmón.
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