Quizá la respuesta no sea tan fácil como parece.
Si lo que quieres es una respuesta corta, la respuesta
es: Sí.
Si puedes orar si estas en pecado mortal. Pero si quieres conocer una respuesta más profunda, te invito a leer el siguiente artículo…
Si puedes orar si estas en pecado mortal. Pero si quieres conocer una respuesta más profunda, te invito a leer el siguiente artículo…
¿Que es pecado?
A veces vemos al pecado cómo romper una
regla, y realmente es una forma correcta de ver el pecado. Dios nos ha revelado
su naturaleza, su amor, su vida y su verdad… Por lo que, si yo voy en contra de este
amor, por ejemplo, al utilizar a alguien, o si voy en contra de la vida, y
genero muerte y dolor, O si voy en contra de la verdad y engaño o miento… Al
hacer esto estoy volviéndome en contra de esta naturaleza de Dios. Dios también reveló la naturaleza
humana, nos revela que corresponde con el florecimiento humano, no solo como
individuos sino también en relación con los demás.
Así que, si voy en contra de estas
cosas, ¡claro que tiene sentido que esté rompiendo una regla! Y eso es el
pecado… Otra forma de ver el pecado es la siguiente, Pecado viene de un término
antiguo de la disciplina de tiro con arco, que literalmente significa “No Dar en
el Blanco”. Así que, si yo sé, que Dios tiene un propósito para mi vida, un
plan para mi vida, pero si estoy viviendo de forma en la que yo me salgo de
este camino, o que no estoy dando en el blanco, estoy fallando en lograr la
meta, entonces eso es pecado. Así que Dios reveló su naturaleza, y nos
revela también nuestra propia naturaleza, pero además también nos revela su
voluntad.
DIOS NOS REVELA SU
VOLUNTAD
¿Qué significa esto? Que nos revela que es lo que Él
quiere.
Una de las cosas que Dios quiere para nosotros y con nosotros, más que cualquier cosa es:
Una de las cosas que Dios quiere para nosotros y con nosotros, más que cualquier cosa es:
Tener una relación con
nosotros.
Eso es lo Dios quiere
más que nada para con nosotros.
Y quiere que nosotros estemos en esta relación con El y con los demás, pero de forma correcta.
Y quiere que nosotros estemos en esta relación con El y con los demás, pero de forma correcta.
¿Y cómo Dios nos
revela su voluntad?
Lo hace a través de la
Biblia y de su Iglesia.
En el corazón de cada pecado (que podemos ver cómo No Dar en el blanco o quebrar una regla) diremos que también es decirle al Señor:
“Dios sé que es lo que quieres, pero yo quiero esto, y hare lo que yo quiero”
En el corazón de cada pecado (que podemos ver cómo No Dar en el blanco o quebrar una regla) diremos que también es decirle al Señor:
“Dios sé que es lo que quieres, pero yo quiero esto, y hare lo que yo quiero”
En ocasiones podemos
pensar…
“¿Como es que esto es pecado si no le hago daño a nadie?”
“¿Como puede ser pecado si no tengo odio en mi corazón hacia Dios o hacia alguien más?”
El pecado puede ser incluso tomar la actitud de decir… “Dios, yo sé que es lo que quieres, pero simplemente no me importa”.
“¿Como es que esto es pecado si no le hago daño a nadie?”
“¿Como puede ser pecado si no tengo odio en mi corazón hacia Dios o hacia alguien más?”
El pecado puede ser incluso tomar la actitud de decir… “Dios, yo sé que es lo que quieres, pero simplemente no me importa”.
En el caso de una
falta leve, lo que ocasiona es que hiere la relación, lastima la relación…
Como si le dijeras a alguien más, “Se lo que quieres, pero voy a hacer lo que yo quiero”
Eso lastima una relación, no es algo que la fortalezca… Si fuera algo más serio o grave, y si a la persona a la que se lo dices es importante, eso incluso puede romper la relación que tienes con esa persona. Lo mismo sucede con Dios.
Como si le dijeras a alguien más, “Se lo que quieres, pero voy a hacer lo que yo quiero”
Eso lastima una relación, no es algo que la fortalezca… Si fuera algo más serio o grave, y si a la persona a la que se lo dices es importante, eso incluso puede romper la relación que tienes con esa persona. Lo mismo sucede con Dios.
Dios busca una relación con nosotros constantemente:
Aunque nada de lo que hagamos puede romper por
completo nuestra relación con Dios, sin embargo, cuando cometo pecado grave, o
pecado mortal, rompo esa correcta relación que tengo con Dios. Pero Dios que
está constantemente queriendo tener una relación con nosotros, Él siempre está
dándonos su gracia, aun y cuando hayas pecado y tu relación con Él se haya
roto, Él te ofrece su gracia. Por ejemplo, cuando oramos, realmente nunca somos
nosotros los que iniciamos la oración. Toda oración siempre es una respuesta,
porque siempre es Dios el que nos invita a que hablemos con El, por lo que
nuestra oración se vuelve una respuesta a su invitación. O por ejemplo, cuando
vamos a la confesión, quizá pensamos que nosotros le decimos a Dios: “Por favor
dame otra oportunidad, te prometo que seré mejor” Pero es Dios quien nos ofrece
su gracia y nos dice “por favor dame otra oportunidad de amarte, dame otra
oportunidad de tenerte misericordia, dame otra oportunidad de restablecer esta
relación contigo” y respondemos ante esa gracia que Dios nos ofrece porque Él
lo que quiere es estar en una relación con cada uno de nosotros.
Pecados mortales y no mortales
Por eso es que el pecado cualquier que
sea es tan espantoso…
Porque aun los pecados leves lastiman nuestra relación
con Dios, de hecho, no hay pecados pequeños, lo que si hay son pecados mortales
y otros que no son mortales. A estos pecados no mortales los llamamos veniales y lastiman nuestra relación
con Dios. Pero los pecados Mortales Rompen nuestra correcta relación con Dios. Así que,
si me encuentro con que, por mi pecado, he roto mi relación con Dios…
¿Puedo entonces hablar con Él? ¡Por Supuesto!… ¡Un Rotundo sí! Como ya lo
dijimos, toda oración es una respuesta, y si después de romper tu relación con
Dios quieres orar, eso es porque Dios está interactuando contigo, porque Dios
está invitándote a esa relación de nuevo, te está llamando a poder restaurar tu
relación con Él. Así que, si te sientes llamado a orar, o incluso a servir en
tu ministerio, pudieras decir: “Estoy en pecado mortal, no puedo hacer esto” No,
no es así, es más, ¡Te motivamos a que lo hagas! Porque es en primer
lugar la gracia de Dios la que te permite servir, la que te invita a orar.
Dios mismo te está invitando a hacer
esto, si quieres ir a la Confesión podrás darte cuenta de que es la gracia de
Dios la que te impulsa para volver a Él a través de la reconciliación.
Nuestras actitudes:
Pero nosotros al estar en pecado mortal hacemos alguna
de estas dos cosas…
·
Nos descalificamos
“ No puedo hacer esto”
“Como es posible que me pare frente al Señor en estos momentos si estoy en pecado.”
“Como es posible que me pare frente al Señor en estos momentos si estoy en pecado.”
· Nos rendimos
“Ya me he confesado antes y he vuelto a pecar, mejor ya ni lo intentó de todos modos igual y seguiré pecando.”
“Ya me he confesado antes y he vuelto a pecar, mejor ya ni lo intentó de todos modos igual y seguiré pecando.”
Y aunque es comprensible el caer en la tentación de no
luchar, hay que darnos cuenta de que incluso cuando hemos roto nuestra relación
con Dios, si tú eliges la virtud, crecerás en virtudes, si decides decirle no a
algún vicio, estás creciendo en fortaleza, estas creciendo en gracia.
Porque la gracia de Dios siempre está disponible para
nosotros, grábatelo bien siempre. Incluso cuando no
estamos en la correcta relación con Él. Entonces ¿Qué hago si en este momento
me encuentro en pecado mortal? Leamos en la Biblia 1ª de Juan 1,9 Si
reconocemos nuestros pecados, Dios que es justo y fiel, perdonará nuestros
pecados y nos purificará de toda maldad.” Así que reconozcamos
nuestros pecados, y El que es justo y fiel nos purificará de toda maldad,
además como buen católico, hay que acudir al sacramento de la confesión. Como
Jesús dijo a sus apóstoles “A quien les perdonen sus pecados les quedarán
perdonados, y a quien no se los perdonen les quedarán sin perdonar” Jn 20,23 Así
que decide ir a la confesión, planifica cuándo acudir y hazlo.
Una recomendación:
También te quiero hacer una muy fuerte
recomendación para cuando te des cuenta que has pecado y que esta relación que
Dios tanto cuida y procura, tú la has roto con tu pecado…
Deja que Dios te amé…
Déjalo amarte ahí, justo en ese momento…
Porque si decimos: “He roto mi relación con Dios” y caemos en descalificarnos de su amor, de no sentirnos dignos de merecer su amor, entonces realmente no hemos entendido el amor de Dios… Así que déjalo amarte en ese momento.
Déjalo amarte ahí, justo en ese momento…
Porque si decimos: “He roto mi relación con Dios” y caemos en descalificarnos de su amor, de no sentirnos dignos de merecer su amor, entonces realmente no hemos entendido el amor de Dios… Así que déjalo amarte en ese momento.
Así que, para terminar, la respuesta es: Si…
Claro que puedes hablar con Dios cuando no estés en un
estado de gracia.
Claro que puedes hablar con Dios cuando estés en pecado mortal.
Claro que puedes hablar con Dios cuando estés en pecado mortal.
Claro que puedes hablar con Dios
cuando esa correcta relación se haya roto.
No solo puedes, incluso más que poder hacerlo, realmente tenemos que hacerlo…
No solo puedes, incluso más que poder hacerlo, realmente tenemos que hacerlo…
¡Así que hagámoslo!
No te descalifiques, No te rindas…
Dios te ama profundamente y está buscándote porque quiere reparar tu relación con El.
Animo y que Dios te
bendiga…
Por: Fr. Mike Schmitz
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