Todo cristiano debe practicar diariamente el arte de
leer la Biblia, que es el arte de traer a Jesús vivo y presente en cada lectura
de la palabra.
Antes de
comenzar a hablarles del tema a profundidad, debemos recordar ante todo las
palabras de San Pablo en la Carta a Timoteo: "Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil
para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el
bien" (2da Timoteo 3,26-27)
La Biblia es inspiración divina, por lo tanto, no tratemos de entenderla con nuestros
razonamientos humanos que bien finitos sabemos que son, debemos pedir Sabiduría
al Espíritu Santo y, bajo la luz de la doctrina social de la Iglesia, comenzar
a entenderla espiritualmente.
Al principio leer la Biblia puede parecer una tarea bastante
difícil para aquellos que nunca la han leído y que no saben cómo entenderla ni
hacer uso de los mensajes que allí nos presenta Dios. Como cristianos, estamos
llamados a vencer esos miedos, porque todo cristiano debe practicar diariamente
el arte de leer la Biblia, que es el arte de traer a Jesús vivo y presente en
cada lectura de la palabra.
Hay un dato
fundamental que conviene recordar al acercarnos a leer la Biblia, y es que: el texto que conocemos inició su camino de manera oral. Este sencillo
hecho, ¿qué consecuencias trae? Son varias: 1. La Biblia es ante todo narración. Su carácter es,
entonces, en primer lugar, testimonial. 2. Mientras que el texto escrito nace básicamente como
posesión de un autor, la originalidad importa menos y a veces no importa en
absoluto cuando se trata de transmitir oralmente un relato. 3. El texto que ha nacido por escrito se convierte en un algo; el mensaje oral
implica siempre el encuentro con alguien. Esto
crea una relación peculiar entre el pueblo que guarda ese texto, y el texto que
guarda a ese pueblo. El lema de Lutero: Sola escritura lo que está diciendo es: No necesito
comunidad
Las consecuencias principales de estos
postulados son: 1.Todo evangelizador
ha de ser ante todo un testigo. 2. No interesa ser originales en el contenido. Según el
auditorio, puede ser importante serlo en cuanto al modo de expresión, el
recurso técnico, los ejemplos aducidos o las aplicaciones a las diversas circunstancias de la vida. 3. Nuestro sentido de comunidad (Iglesia) nos lleva a valorar
el trípode propuesto por Dei Verbum:
Biblia, Tradición, Magisterio.
Debemos leer la Biblia.
La Iglesia nos recomienda a todos los católicos leer todos
los días la Biblia (sobre todo en Septiembre, mes de la Biblia) pues esta
lectura será el alimento para nuestra alma, nos ayudará a conocer lo que Dios
quiere decirnos y lo que Jesucristo nos enseñó. Propósito: "Este mes, consigue una Biblia para tu hogar, colócala en un lugar donde toda la familia
pueda tomarla y leerla cómodamente, que se haga costumbre leer un fragmento
diario por persona. Te sugerimos
comenzar por el Evangelio de Marcos."
Por: Fray Nelson Medina, OP
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