jueves, 14 de septiembre de 2017

El Cristo roto de Bojayá.


Su historia conmovió al Papa Francisco en Colombia.

El Cristo Roto o Cristo Negro de Bojayá, signo emblemático de la peor masacre ocurrida en Colombia, estuvo presente en el Encuentro de Reconciliación Nacional que presidió el Papa Francisco en el parque de Las Malocas en Villavicencio, Colombia.

El 2 de mayo de 2002 miembros del bloque 58 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lanzaron al interior del templo de Bojayá, departamento de Chocó, un balón de gas que al explotar causó la muerte de más de 100 personas y dejó la imagen del Cristo Crucificado sin brazos ni piernas.

El hecho se dio en el marco de los enfrentamientos armados entre las FARC y los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), por el control de la zona.

Los habitantes del lugar quedaron en medio del fuego cruzado y corrieron a refugiarse al templo, fue entonces cuando ocurrió la masacre.

Los lugareños y sacerdotes rescataron la imagen del Cristo y la guardaron hasta que fue restaurada e instalada en Bellavista, cabecera municipal de Bojayá.

En septiembre de 2016 la guerrilla de las FARC pidió perdón a las víctimas de la masacre y obsequió el Cristo Negro de Bojayá, construido por el escultor cubano Enrique Angulo.

El Cristo mutilado salió en peregrinación el pasado 4 de septiembre desde la Parroquia San Pablo Apóstol de Bellavista, Bojayá, pasó por Quibdó y Bogotá y llegó este 8 de septiembre a Villavicencio.

El Cristo de Bojayá representa “el dolor y el sufrimiento del pueblo, simboliza los proyectos de vida fracturados de las personas y las comunidades y también refleja el dolor de la sociedad colombiana”, señala Cáritas Colombiana en su boletín de prensa.



catolica.net


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