martes, 22 de agosto de 2017

Ex Testigo de Jehová.


Me di cuenta de que para ser cristiana debía adorar a Jesús.

Los Testigos no creen que Jesús sea Dios, sino que piensan que es un ángel y no debe ser adorado.

Pero si el Pueblo de Dios es la Novia de Cristo... ¿no es lógico que le cante, le alabe y le adore? Esta idea afianzó a Mary en el cristianismo.

Mary Kochan era hija y nieta de Testigos de Jehová, una testigo de tercera generación. Lo fue durante los primeros 38 años de su vida, hasta que los dejó en 1993. Entró en la Iglesia católica tres años después.
No fue un proceso fácil, explica, sino “desgarrador”. Posteriormente, como editora en diversas publicaciones católicas y también en su parroquia de Santa Teresa en Douglasville, EEUU, ha podido contar varias veces su viaje espiritual.

Cuando Cristo no es Dios, sino un ángel

“Los Testigos de Jehová no creen en la Trinidad, así que tampoco creen en la divinidad de    Cristo”, explica.

“Ellos creen que Jesús era el arcángel Miguel antes de venir a la tierra y que después de haber sido resucitado volvió a ser el arcángel Miguel pero con el nombre "Jesús". Creen que Jesús murió (aunque no en una cruz) para salvar a la humanidad del pecado y la muerte por medio de expiar la desobediencia de Adán. Me doy cuenta de que esto es raro para no mencionar todo el problema ontológico de que primero sea un ángel, luego humano y luego, otra vez un ángel pero lo traigo a cuento porque quiero hacer notar que yo entonces tenía la idea de que podía llamarme cristiana y creer que Jesús había muerto por mí, todo ello sin llegar a concebir a Jesús como Dios”.

Por eso, pensar en Jesús como “verdadero hombre y verdadero Dios” fue para Mary Kochan un despertar, una revelación.

¿Quién es Jesús en realidad?

“En 1993, después de un largo y desgarrador período de disrupción en mi vida, en busca de la paz y el poder transformador del que da testimonio el Nuevo Testamento, tuve un encuentro con Cristo. Yo no sabía que Él era la Deidad, pero sabía que Él no era lo que los Testigos de Jehová decían que era. Supe entonces que debía dejar la religión en la cual crecí, la única que había conocido toda la vida. Tendría que dejar atrás toda relación establecida durante mi vida adulta. Decidida, fui a una iglesia”.


“Para mí era algo aterrador. Me habían enseñado que las iglesias estaban llenas de demonios. Los Testigos de Jehová no entran ni al aparcamiento de una iglesia. Pero esa visita a una iglesia me puso en camino a aprender la verdad sobre Jesús. Muy pronto me di cuenta de que los cristianos adoraban a Jesús”, recuerda Mary.

En los Testigos de Jehová, a ella le habían enseñado que sólo se debe adorar a Dios, llamado “Jehová”, el Padre de Jesús. Para ellos, los católicos, protestantes y ortodoxos se equivocan al proclamar que Jesucristo y el Espíritu Santo también son Dios.

Ella ya había dejado los Testigos, pero, ¿en qué creer ahora?

Lectura distorsionada de la Biblia

“Fui muy cautelosa para evitar que se me engañara otra vez. Sin embargo sabía que debía abrir mi mente al testimonio y los argumentos presentados por los cristianos a mi alrededor para enderezar la forma distorsionada de leer las Escrituras que había aprendido en primer lugar”.

Un cristiano comentó en una reunión con ex testigos de Jehová: “Solo tienes que creer lo contrario de todo lo que aprendiste. No creías en la Trinidad y ahora crees. No creías en la divinidad de Cristo y ahora, crees. No creías en el alma inmortal y ahora crees. No creías en ir al cielo y ahora crees. No creías en la Navidad y ahora crees. ¿Ves qué fácil? Todo es lo contrario”.

“Yo amaba a Jesús, pero no sabía qué hacer con la adoración que los cristianos le profesaban ¿Cómo se podía explicar semejante fenómeno si Él no era Dios?”

El Padre, el Hijo... ¡y la Novia!

“Encontré consuelo apegándome a la imagen bíblica de la Iglesia como novia de Cristo. Después de todo ¿qué cosa más natural que una novia le preste atención a su novio? Por supuesto, ¡los cristianos le cantan a Jesús! Los extraños son los Testigos de Jehová como una novia que ignorara a su novio para concentrar todo su afecto en el suegro”.

“Entretanto participaba en la oración cristiana y adoraba lo mejor que me lo permitía mi limitado entendimiento. También hacía preguntas y estudiaba... y estudiaba y estudiaba. Finalmente empecé a leer a los Padres Apostólicos, los padres de la Iglesia temprana.

Comenzó a aclararse en mi mente que esta enseñanza—que Jesús era Divino, Dios Encarnado—había sido realmente la enseñanza cristiana desde el mismo principio y era el testimonio apostólico”.

Amor asombroso

“Sólo quedaba un problema por resolver: si Jesús era Dios, entonces este hombre en la Cruz era Dios.  Y eso significaba que Dios había muerto. Significaba que Dios había muerto... por mí”.

“Por los siglos de los siglos nunca habrá nada más asombroso, nada más sublime, nada que se pueda  proponer a un alma humana que impresione sobre ella tanta humildad”. Y Mary cita un himno: 

“¿Puede haber un amor tan asombroso, que Tú mi Dios murieras por salvarme?”

“Así salió el sol en mi vida”, concluye.


Por: | Fuente: R.I.E.S.


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