lunes, 21 de agosto de 2017

Por María a Cristo



Ella se dirige a nosotros: No tengas miedo de él. Ten la valentía de arriesgar con la fe. Comprométete con Dios

María, nuestra Madre del cielo, quien fue la primera que tuvo un diálogo profundo con el Señor.

El Rosario es un medio para orar a Dios a través de María, haciendo viva la frase de san Luis Grignon de Montfort: “Por María a Cristo”.

“Aprender de la oración de María es unirse a su plegaria ‘hágase en mí según tu palabra’ (Lc 1,38) […] Si como María decimos ‘sí’, Dios tiene la oportunidad de vivir su vida en nuestra vida” (YouCat, n. 479).

Esto nos habla de abandono en Dios y fue lo que María hizo durante toda su vida, estando abierta a escuchar a Dios para cumplir Su voluntad. Al aceptar ser la madre de Dios, se convierte en el primer tabernáculo teniendo a Jesús en su vientre durante el embarazo. Nos podemos imaginar los diálogos de amor que habrá tenido con su hijo y luego, fue ella quien le enseña, no sólo a caminar y los aspectos humanos de la vida, sino también le enseña a rezar y cómo agradar a Dios con las acciones del día a día. Esto nos puede parecer extraño, pero Jesús, siendo Dios, se hizo realmente hombre y esto implica un aprendizaje en todos los aspectos. Es por esto que decimos que acercarse a María es ir hacia Cristo, pues fue María la que más le conoció, la más cercana y por lo tanto, qué mejor que Ella para tenerla como modelo para imitar a Cristo.




Por: P. Sebastián Rodríguez, LC 

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