Sin ánimo de ofender

Que clase de cristiano soy

• Hay cristianos que son como los carritos de piragua. No producen si no los empujan.
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• Otros son como canoas. Hay que remar duro para que avancen.
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• Otros son como chiringas. Si no las sujetan duro se van a juste.
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• Otros son como bolas de softball. Nunca se sabe hacia dónde van a rebotar la próxima vez.
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• Otros son como bombas de aire. Van acumulando y acumulando hasta que explotan.
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• Otros son como vagones. Hay que halarlos por todo el camino.
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• Otros son como rótulos de neón.  Que prenden y apagan continuamente.
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• Otros son como los yoyos. A veces embollados. A veces en el suelo.
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• Otros son como las polillas. No hacen más que comer bancos.
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• Otros son como los nómadas. Cuando algo anda mal en la Iglesia. “El Señor les muestra que tienen que marcharse a otro lugar”.

Pero otros gracias al Señor, son como el reloj de pulso. Ellos mismos se dan cuerda, son de oro puro, siempre ocupados y en paz, llenos de buenas obras. O como dice la Sagrada Biblia: “Son como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da fruto a su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que haga prospera.