viernes, 11 de agosto de 2017

Las siete Horas con Jesús Misericordioso

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Propósito

Esta oración tiene como propósito ayudarnos a pasar (7) horas en meditación y petición a
Jesús Misericordioso por la salvación de nuestra alma, las de nuestros familiares, nuestros
problemas y los del mundo entero. Es una oración corta, sencilla, profunda y muy necesaria.

al hacer este ejercicio espiritual recibiremos fortaleza, paz y solución a nuestras situaciones diarias. Sobre todo, luz y consuelo, para nuestras almas. Al hacer ésta oración corta de estar acompañada primero con el Rosario de la Divina Misericordia y si es posible ayuno.

Solo dura de 10 a 15 minutos de cada hora. Deben ser cada hora en punto por siete horas seguidas. Al hacer esta oración recibirán una gran paz inmediatamente. Escoge tu día semanal o mensual para estas siete horas con Jesús Misericordioso.

Cómo Hacerlo

Frente a un cuadrito o estampa de la Misericordia.
Si es posible en ayunas.
Si es posible de rodillas.
Hacer el Rosario de la Misericordia.
Para empezar, hacer la señal de la cruz siete veces, diciendo: “Jesús en ti confió”
Haga sus peticiones.
Meditaciones (puede buscar otras)

Meditaciones

Cuando resucitaste a tu amigo Lázaro.
Dame la resurrección eterna. Jesús, yo confió en ti.

Cuando Tu perdonaste a la Magdalena.
Perdóname y ayúdame a perdonar a mi prójimo.
Jesús yo confió en ti.

Cuando fuiste tentado en el desierto.
No me dejes a las asechanzas del enemigo.
Jesús, yo confió en ti.

Cuando sudaste sangre en el Huerto de Getsemaní.
Dame más amor a la oración.
Jesús yo confió en ti.

Cuando sufriste atado y azotado a la columna.
Dame fortaleza en los momentos difíciles.
Jesús en ti confió       

Cuando broto sangre y agua de tu costado.
Cobíjame con los rayos de tu Misericordia.
Jesús yo confió en ti.

Cuando nos distes a tu Madre desde la cruz.
Danos un corazón semejante al de Tu Santísima Madre.
Jesús, yo confió en ti.

Oración Final

Oh Jesús, tú sabes cuan débil soy. Quédate siempre conmigo y mis seres queridos. Tu eres mi maestro, te ofrezco mi miseria, dame fuerzas para llevar el sufrimiento y las pruebas que sean necesarias para mi proceso de santificación. Te ofrezco mi alma y mi cuerpo, yo todo mi ser a tu divina misericordia. Amén.



Nota: Querido hermano (a) si has hecho Las siete Horas a la Misericordia y has recibido alguna bendición especial me gustaría que la compartas conmigo en mi blog para beneficio de todos.


Carmen Vazquez








       



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